Lo claro debe de ser que no se podría aplicar ninguna receta económica, para lograr este importante objetivo
Por: Mario Saucedo Gómez
La aspiración permanente de México es la de dejar en el pasado la vida de un país desarrollado y posicionarse en el nivel que ahora tienen los países como Estados Unidos y Canadá.
Y es bueno pensar de esa manera de forma continua, pero para lograrlo es necesario alinear muchas cosas para que sea posible y el primer punto para eso es la inversión, donde existe una combinación entre la inversión pública con la inversión privada y complementada de manera importante con la que llega del exterior, para que con ello se pueda lograr el objetivo, que necesariamente tendrá que presentar números entre el 25 al 30% de inversión del Producto Interno Bruto, que es como México logrará avanzar en otro nivel en su economía y bienestar.
Con estos niveles de inversión se estaría proyectando a niveles de crecimiento económico por encima del 6% y de ahí hacia adelante, logrando con ello que las condiciones que hoy se tienen, cambien, y no pensando en igualar los conceptos económicos de antaño, cuando se hablaba de forma exitosa del modelo económico denominado Desarrollo Estabilizador, pero igual un país sub desarrollado.
Lo que siempre ha sido un objetivo y de manera permanente una preocupación, el cambiar la situación económica y social del país, hoy tiene una importante oportunidad por lo que hoy se vive en el mundo, donde México está en un momento de darle un giro favorable a lo que hasta hoy se ha avanzado, pero que no ha logrado terminar con el concepto de país subdesarrollado o en vías de desarrollo.
Pero lo claro debe de ser que no se podría aplicar ninguna receta económica, para lograr este importante objetivo, sino aprovechar el momento que está viviendo el país.
Y en función de ello indicar todos los esfuerzos para lograrlo, donde para poder hacerlo, se tienen que alinear los propósitos estatales y municipales, con la Federación.
Necesariamente la participación de la iniciativa privada será fundamental, para alcanzar este objetivo y que no será nada más la responsabilidad y el compromiso de un sólo lado.
Porque haciendo un poco de historia, uno de los objetivos de la participación de México en el Tratado de Libre Comercio era el poder en un mediano plazo el lograr el posicionamiento en el primer mundo.
Pero en el transcurso del tiempo, lo que se ha logrado son niveles de crecimiento económico no los requeridos por la sociedad mexicana, que no van más allá de la conformidad.
Porque a casi 33 años de la firma de este acuerdo comercial, los que sí han logrado sus objetivos, son los otros dos socios, que han incrementado sus exportaciones hacia México.
Y está haciendo que disminuya la producción nacional de granos; por ejemplo, porque ya se está llegando a alcanzar el primer lugar de importador de maíz, proveniente de Estados Unidos principalmente.
Pero se podría decir, que para eso son los tratados comerciales y no hay problema en reconocerlo, pero en México también existe producción agrícola ganadera e industrial de buena calidad.
Nada más que requiere apoyo definido y directo del Gobierno Federal, para poder también contribuir al crecimiento que requiere México, para poder alcanzar a ser un país desarrollado.
Y también objetivo nacional donde la alineación de Estado y municipios, donde en el ejercicio de sus funciones, sea con el objetivo de lograr ese propósito y será ahí donde se pueda lograr ser país desarrollado.
DEL ESCRITORIOHoy que el mundo está cambiando de manera veloz, la importancia de la inversión en tecnología, será fundamental para la economía mexicana, esté a la altura de los objetivos económicos que se puedan plantear, para lograr hacer un mejor México... No tardará mucho en que los productores de trigo y maíz, empiecen a buscar los apoyos para estos dos productos de parte del Gobierno Federal y ojalá no se les atraviese el interés electoral para que no haya apoyos... Ojalá y en lo que llegan las campañas políticas, no dejen de aplicarse las soluciones a las necesidades de los productores agrícolas y de los empresarios en todos sus niveles, en todas las dependencias públicas de los tres niveles de Gobierno.