Ante un Plan de Justicia
Por: Gerardo Armenta
Casi en igualdad de términos o significado como en el respetable y tradicional relato religioso, el titular principal de Diario del Mayo, en su pasada edición del 23 de enero, con mucha originalidad e ingenio, anunció: "Esperan Mayos tierra prometida". Por supuesto que ese cabezal se refería a la Tribu Mayo. Y la información respectiva señaló que este conglomerado indígena aguarda que en el curso del presente año "avance más" el llamado Plan de Justicia en sus principales ejes que son tres: territorio, agua y desarrollo.
Los mayos esperan entrar en posesión de por lo menos 90 mil hectáreas distribuidas en todo su territorio. Al parecer, la promesa oficial es en el sentido de entregarles sólo 10 mil hectáreas en una primera etapa. A propósito de estas negociaciones, a fines de este mes se efectuará una reunión con funcionarios del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. Los datos anteriores fueron proporcionados por Juan Pérez Gil, dirigente de la agrupación Yoremes de los Ocho Pueblos Principales.
Existe un denominado Plan de Justicia que evidentemente no termina de caminar del todo a la hora de superar las divergencias que tienen que ver con la entrega de "la tierra prometida" a los mayos. Ello a pesar de que, por ejemplo, Pérez Gil reconoce que el presidente Andrés Manuel López Obrador es un promotor incansable del bienestar de los pueblos originarios. Señaló también que el propósito del mandatario es que se haga un buen Plan de Justicia para beneficio de los integrantes de la Tribu Mayo.
Sin embargo, Pérez Gil también señaló que los avances al respecto no han sido los que se esperaban. Indicó que por ello están solicitando que se lleve a cabo un real "barrido" del territorio de los mayos por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Tajante, también añadió: "Queremos que se haga una revisión ejido por ejido, parcela por parcela, para que se sepan bien todos los despojos de que han sido víctimas los indígenas mayos".
El río Mayo también está dentro de estas consideraciones planteadas que se comentan. Es así porque otra demanda de la Tribu Mayo es que la Comisión Nacional del Agua marque la dotación de 50 millones de metros cúbicos anuales de la Presa Adolfo Ruiz Cortines al Río Mayo. Vale reconocer que una determinación de esta naturaleza no significaría una dádiva tierna o graciosa de la Conagua. Tal dependencia debería estar obligada a actuar en concordancia a como se plantea. Para ello existe un decreto presidencial emitido en...1954, dato que, sin duda, permite advertir la "celeridad" o "prontitud" con que este país se cumplen ciertos ordenamientos.
A la hora de la hora, y antes de eso, si se quiere, un denominado plan de justicia tiene que ser precisamente lo que se entienda por tal enunciado. Es decir, un ordenamiento que sin mayores miramientos aplique las nociones y principios singularmente justicieros que fundamentan su enunciado o razón de ser. Si no es así, no parecería entonces que proceda llamarlo de ese modo. Sin embargo, lo rescatable de todo esto es que todavía no se ha dicho la última palabra con respecto al Plan de Justicia de la Tribu Mayo.
Significa lo anterior que esa última palabra todavía no se ha pronunciado, porque todavía está pendiente una reunión con autoridades del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas. Aunque tampoco habría que esperar de buenas a primeras que de esa reunión surjan los acuerdos que exige la Tribu Mayo. Lo propio y hasta sano sería que, tras ese encuentro, quedaran zanjados, de una buena vez por todas, los diversos planteamientos que conciernen al interés de la tribu. Insístase en que tal sería lo deseable.
Pero a la hora de la hora, como bien se sabe, suele ocurrir que lo necesariamente deseable o exigible no tiene nada que ver con la cerrazón o intereses burocráticos. Las evidencias al respecto en un país como el nuestro son incontables. Por eso, cabría esperar que, en el caso que se menciona (como en tantísimos otros más en todos lados), imperen precisamente los fueros de la justicia, porque, vale reiterarlo, de lo que se habla en este relato particular es precisamente de un Plan de Justicia para la Tribu Mayo, un conglomerado que históricamente no se ha visto beneficiado, sino al contrario, por afanes encaminados a su desarrollo y bienestar.
Debe ser tiempo de que eso ocurra, porque, aparte, no debe olvidarse que los mayos están a la espera de...la tierra prometida. Ni más ni menos.
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