Los regidores étnicos

Las comunidades indígenas tienen que elegir a un representante ante los municipios, pero algunas formas de elección atentan contra usos y costumbres

Por: Manuel Moroyoqui Ramírez

Desde que la Ley Electoral se reformó para dar oportunidad a los pueblos y comunidades indígenas, después del levantamiento de armas en Chiapas por el EZLN, para que elijan a un regidor étnico en los ayuntamientos con asentamiento indígena, en algunos municipios se han tenido dificultades para designarlo por una serie de inconsistencias técnicas, tales como los criterios o requisitos que se deben cumplir y los procesos o formas en que se deban elegir.

En Sonora, el Congreso estatal dejó muy abierta la forma de elegir al regidor étnico, ya que en las reformas no especifica el mecanismo por el cual se deba hacer la elección y sólo propone que sea por usos y costumbres.

Esta forma de elegir ha creado especulaciones y arbitrariedades, atentando contra las formas internas y paz de los pueblos, ya que no especifica paso a paso la forma en que se deba hacer el proceso de elección.

En algunos pueblos, como la comunidad Konkac (Seri) y Mayo (Villa Juárez y otros), se pusieron urnas como si fuera una elección constitucional yori, atentando contra los usos y costumbres o formas internas; y en otros pueblos se ha implementado la levantada de manos, forma no propia de los pueblos indígenas.

Estas formas las ha implementado el Instituto Estatal Electoral, contraviniendo la Ley Electoral, donde expresa que los pueblos indígenas aplicarán sus formas internas de elección.

A la Tribu Yaqui le corresponde, de acuerdo con la Ley Electoral, proponer regidores étnicos en los municipios de Cajeme (Pueblo de Cócorit, Loma de Guamúchil), Bácum (Pueblo de Bácum, Loma de Bácum), San Ignacio Río Muerto (Comunidades de Castillo, Tetabiate y Bahía de Lobos, a través de los pueblos de Tórim, Vícam y Pótam, respectivamente) y Guaymas (a través de los de Tórim, Vícam, Pótam, Rajum, Huírivis y Beene).

En el Pueblo de Cócorit, en un principio se realizó por los protocolos tradicionales, es decir, por consensos; pero últimamente se ha hecho levantando la mano, situación que promovió el IEE, violentando los usos y costumbres y entrometiéndose en asuntos fuera de sus funciones.

Loma de Bácum ha hecho sus elecciones en asambleas dominicales, y últimamente el IEE no le respetó sus formas internas de elección, ya que instruyó que fuera mujer por la ley de equidad de género. Esta disposición no fue bien vista por las autoridades tradicionales y el pueblo, lo que ocasiona una controversia, pues por un lado se establece que sea por usos y costumbres, y por otro lado el IEE indica otra cosa.

Esto ha provocado que Cajeme y Bácum no tengan representatividad hasta estos días. San Ignacio Río Muerto tiene regidor étnico, no como lo indicó el IEE, sino que una persona por LGBT pudo ser considerada. En el caso de Guaymas, el pueblo de Huírivis propuso a un hombre, contraviniendo la disposición del IEE, sustentando que el pueblo elegiría o eligió por usos y costumbres.

A un año de la gestión de los ayuntamientos, Cajeme y Bácum no tienen representante en el Cabildo, por lo que es necesario formular un mecanismo para elegir a los regidores, estableciendo los acuerdos necesarios con el IEE sin contravenir los usos y costumbres o la verdad de nuestros mayores (Itom yo'o lutu'uria).