Un nuevo destino en Arizona
Por: Edel Osuna
Los Mayos de Navojoa se van de...Navojoa. Terminará así una larguísima relación (no siempre risueña o cordial) entre este equipo de beisbol y una ciudad que con altas y bajas apreció la fortuna de pertenecer al beisbol del Pacífico. Tal ocurrió en un tiempo cuando, vale decirlo, el beisbol precisamente hacía honor a su ganada distinción como Rey de los Deportes. Unos Mayos de Navojoa (descritos siempre como aguerridos por los cronistas) le dirán adiós a la población que tanto los quiso, dicho sea, sin ironía, con sus altas y bajas.
Aunque en realidad sería mucho más propio decir que, en los hechos, quienes fueron los Mayos de Navojoa ya no podrán seguir siéndolo prácticamente hablando, por obvias y entendibles razones. El equipo (o la franquicia, como dicen los que saben de estos menesteres) se ubicará ahora en la ciudad de Tucson, Arizona ¿Unos Mayos "gabachos? Eso parecería. Obviamente allí el equipo cambiará su nombre en tanto su misma pertenencia a una ciudad norteamericana.
El caso es que, para variar, Navojoa se queda sin beisbol. Es obvio que la migración de los Mayos a Tucson tuvo que ver con razones económicas. Puede ser rudo y hasta altisonante decir, por ejemplo, que la afición sureña dejó caer al equipo por su desempeño en el terreno y su ubicación no siempre grata en la tabla de posiciones, lo que no siempre se debe al juego en sí, sino también a la aptitud de sus protagonistas en el propio diamante, como suelen decir los que saben
Pero por la parte directiva del equipo podrían argumentar sus responsables que la ausencia de la afición en las gradas no permitía económicamente armar un equipo lucidor y competitivo. Este es en lo general un choque de razones o argumentos engañosamente válido, si bien provisto de un irrebatible sentido común. Cuando Mayos estaban bien en la tabla de posiciones, la afición hacía filas para ingresar al estadio. Pero se alejaba cuando sucedía lo contrario. Obvia o históricamente esta debe ser una mecánica propia de todo evento por el que se paga un boleto de asistencia.
Al final, sin embargo, y más allá de sus dos históricos campeonatos, los Mayos de Navojoa, por cualquiera de las razones expuestas, se convirtieron en un equipo de beisbol que nunca pudo estar a la altura de novenas tan notables como las propias de los Naranjeros de Hermosillo o los Tomateros de Culiacán, lo cual debió ser algo muy difícil para su directiva. Sin embargo, llega un momento en que los argumentos clásicos que soportan la hechura del beisbol un tanto de ida y vuelta, se quiebran irremediablemente.
Pasó con los Mayos de Navojoa, la directiva no tuvo posibilidades, o no quiso hacerlo, para sustentar buenas contrataciones. Y por su lado, la afición se alejó del estadio al constatar durante el paso de los años la modestia del equipo. Una actitud lleva siempre a la otra, invariablemente. Allí, si fuera el caso establecerla, podría estar la clave de todo el asunto que se comenta. Una clave que en estas alturas ya resulta no es de primordial importancia ante los hechos que han trascendido. Pero no hay duda de que el transitar de los Mayos de Navojoa a un nuevo destino en Arizona, donde deberán ostentar otro nombre por fuerza o sentido común, fue una decisión bosquejada con realismo y que terminó por asumir su particular objetividad.
De alguna, forma, el declive del equipo navojoense a lo largo de los años, debió ser apuntalado también por el poco interés público o general que ha venido acumulando el llamado "Rey de los Deportes" (que ya no lo parece tanto), dicho sea, en comparación unánime y fidedigna con otros tiempos no muy remotos, sin olvidar que en los de hoy el futbol sigue siendo amo y señor del graderío y las taquillas, por lo menos en un país como el nuestro y en muchos otros más alrededor del mundo. Lo paradójico es que esto ocurre cuando, por ejemplo, se ha incrementado el número de peloteros mexicanos que alcanzan titularidad en las llamadas Grandes Ligas como nunca se había visto antes.
Al final, y más allá o más acá del destino que aguarde en Arizona a quienes ya no serán los Mayos de Navojoa, debe ser propio recordar todo el tiempo que pertenecieron a la Perla del Mayo. Procede agradecer su presencia histórica en el ámbito local y desear que su destino sea venturoso en el contexto de su nueva sede. ¿Regresará algún día el beisbol profesional a Navojoa? Esta pregunta es ociosa en el contexto inmediato.
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