Los gobernadores mayos

Edil étnica en Huatabampo

Por: Gerardo Armenta

Los llamados gobernadores duales de la Tribu Mayo podrían dejar de serlo. No se sabe cuándo, pero hay la intención al respecto. Existe una petición de los gobernadores indígenas auténticos para que se ponga orden en este renglón. La solicitud fue remitida al director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).

Un tema como el anterior fue abordado hace tiempo en este mismo espacio. De entonces a la fecha el problema se ha complicado todavía más ante el aumento en el número de gobernadores duales existentes en la etnia. Por lo menos se sabe de 30 de ellos en estos momentos. Y, seguramente porque así conviene a sus intereses, no reconocen que, por ejemplo, la llamada Nación Yoreme Mayo está formada únicamente por ocho pueblos y no por tres decenas. Es obvio que esta certeza o evidencia no puede ser ignorada nada más porque sí.

¿Cómo y por qué surgieron los llamados gobernadores duales en la etnia mayo? La respuesta fue proporcionada por Aguileo Félix Ayala, Santos Feliciano López Cota y Juan de Dios Osuna Valenzuela, Gobernadores de Tesia, Camoa y Cohuirimpo. Dijeron que las etnias ya son sujetas de derecho público. Esta condición o modalidad ha provocado el surgimiento de muchas estructuras al interior de la propia etnia mayo.

Cabe asumir, entonces, que así es como han aparecido los inexplicablemente llamados gobernadores duales. De hecho, parecería que representan o son un poder alterno al original en la conformación indígena de mando. Pero la verdad es que un contexto así se advierte sobradamente irregular. Eso sí: debe tener alguna forma de eficiencia. De otra manera no es entendible que ese modo alterno (o dual) de gobernar haya crecido como lo ha hecho hasta ahora.

De todas formas, "son falsas representaciones y de manejo corporativo que persiguen más bien un interés particular, y que muestran una total falta de respeto a los antepasados", dijeron los gobernadores de Tesia, Camoa y Cohuirimpo. Este es un problema serio para la etnia. Pero hay otro que, si bien es de índole distinta, de todas maneras preocupa a los directamente interesados en su solución.

Tiene que ver con la asignación de recursos presupuestales directos para la Etnia Mayo, la que, según se explicó, se ubica, dentro de un plan federal y estatal, en los estados de Sonora y Sinaloa. A nivel municipal está en lugares sonorenses como Navojoa, Álamos, Huatabampo, Etchojoa, Benito Juárez y El Júpare. Pero al mismo tiempo la etnia figura en lugares de Sinaloa como Ahome, El Fuerte y Guasave.

A partir de este contexto geográfico o territorial, Aguileo Félix Ayala, gobernador de Tesia, preguntó: ¿Cómo será la asignación, distribución y ejecución de los recursos en ese universo indígena? La pregunta muestra una gran pertinencia. Empero, lo que no se sabe es quién la despejará. Cabe suponer que quizá tal debe ser tarea del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas. Al director del INPI, Adelfo Regino Montes, se le menciona mucho por estos rumbos. Pero no suele vérsele mucho por estos rumbos, sino excepcionalmnte.

En Huatabampo, mientras tanto, finalmente quedó despejado el conflicto suscitado por la elección de la regidora étnica del Cabildo local. En días recientes, el Instituto Estatal Electoral y de participación Ciudadana validó el resultado del proceso en favor de Leobarda Humo Zúñiga. El dictamen se tardó en ser conocido porque hubo una investigación tras de que se interpuso un recurso de impugnación.

Como se recordará, hubo acusaciones de acarreo y compra de votos, distinciones que todavía suelen ser muy propias de los distintos mecanismos electorales vigentes en nuestra respectiva cultura. Pero también es común que intervengan instancias legales en la materia y a menudo se logran conclusiones aceptables en la materia. Se sabe que la elección respectiva fue objetada con denuncias sobre acarreo y compra de votos.

La elección correspondiente a la regiduría étnica de Huatabampo tardó un gran lapso en ser despejada por la instancia correspondiente. Quiere decir que todo este tiempo transcurrido el Cabildo de la Tierra de los Generales no tuvo representante étnico. La ausencia se ha subsanado un poco tardíamente, pero sin nada irreparable de por medio. Por lo menos así cabe suponer que ha sucedido. Por lo demás, es hora de que la regiduría étnica en general asuma la importancia que evidentemente tiene o debería tener.

Para ello se necesita que quienes la desempeñen estén a la altura de la responsabilidad tan importante que asumen al pertenecer a un Cabildo. Las causas indígenas siendo tan importantes hoy como ayer. Aunque en lo esencial siempre hará falta alguien que las enarbole con entusiasmo y valor en un ámbito edilicio. Allí se supone que se genera la discusión de los problemas más relevantes o sentidos de un municipio en lo general. Una regiduría étnica, en lo particular, significa entonces una gran oportunidad para influir en la hechura de soluciones.

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