Será mucho lo que habrá que hacer para que la mayoría de los municipios se beneficien; para que esto suceda será necesario construir infraestructura
Por: Mario Saucedo Gómez
Lo que hoy le sucede a México con el nearshoring o la mudanza de empresas de otros países y de Asia, principalmente, hacia los diferentes estados, hace pensar que el futuro es promisorio. Porque, como se lee y se escucha cada semana, se están acercando a los gobiernos federal y estatal, con el objetivo de perfilar la posibilidad de establecerse en territorio mexicano, llegando a pensar que a muchos gobiernos los está tomando desprevenidos, que exista tanto interés en invertir en el país y en sus diferentes municipios, y sólo algunos de ellos están preparados. Y la mayoría no está todavía, a pesar de la llegada continua de solicitantes de información para poderse establecer, porque es tanto el interés, que casi ya quieren iniciar la construcción de su empresa. Pero qué bien que eso suceda, porque significa que habrá empleos y derrama económica para los municipios y crecimiento puntual del producto interno bruto (PIB) nacional. Y, lo más importante de este fenómeno económico por el que atraviesa el país, es que se pueda aprovechar de forma plena, porque es lo que siempre se espera que lleguen inversiones. Será bastante lo que habrá que hacer para que la mayoría de los municipios se beneficien, pero para poder que esto suceda será necesario construir la infraestructura necesaria, que lo mismo tendrá que hacerse en la disponibilidad de terrenos para el establecimiento de las empresas y lo que es un real freno al desarrollo son los precios por metro cuadrado. Porque es un concepto importantísimo en el que las empresas se ubiquen en un municipio, pero si no se ven condiciones adecuadas, se trasladan a donde existan, porque, como se comenta, este fenómeno de llegada de empresas al país no será por tiempo infinito y se tendrá que aprovechar al máximo, creando las condiciones para que así sea. Y si el establecimiento de las empresas extranjeras es efectivo y satisfactorio, se podrá decir nuevamente que en México está ocurriendo otro milagro económico, como el que se presentó de 1940 a 1970. Que con el desarrollo económico logrado impresionaba a la mayoría de las economías de primer mundo, por el avance extraordinario que se reflejaba en el país en ese periodo. Que también en ese tiempo el peso mexicano presentaba consistencia monetaria, como lo está hoy, y que lo único que le faltó fue la conservación de esa ventaja. Ni tampoco se beneficiaron de forma completa la mayoría de las actividades económicas, ni tampoco la mayoría de la sociedad en ese fenómeno económico que se vivió en esos tiempos. Hoy, las condiciones se presentan diferentes donde las oportunidades de crecimiento y desarrollo de cada una de las actividades económicas debe de ser completa, porque esa es la bondad de este fenómeno. Porque lo que hoy se da a llamar el nuevo milagro mexicano, debe de ser plenamente aprovechado, para que sea el pivote de una mejor sociedad, en lo económico y en lo social. Y que hasta lo comentan las entidades financieras internacionales, que México en el futuro con el desarrollo que hoy presenta se perfila como una de las 10 primeras economías del mundo y se puede lograr.
Es claro que los periodos electorales elevan la presión en el desarrollo de las economías de los países, y eso ya está pasando en México, porque este proceso ya está aquí y lo mismo sucederá con el vecino del norte, que su tema será su vecino de entretenimiento y será el vecino del sur, pero ojalá esto afecte poco al avance económico mexicano…… Algunas personas se admiran por lo que pasa en la economía nacional, con la inflación y las tasas de interés, principalmente, porque en lo que es la paridad peso-dólar, este tema está tranquilo, entendiendo que las economías de cualquier país son dinámicas y nunca estáticas, donde lo que más cuenta es su equilibrio sin perjudicar a la sociedad…… Dice la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que en el año 2024 se presentará desempleo en México como estaba antes de la pandemia, lo que hace ver que en este análisis no tenían contemplado el nearshoring, que hoy se vive en el país.