Las regidurías étnicas

En Huatabampo se produjeron diversas irregularidades en el proceso para elegir a quien deba ocupar la regiduría étnica en el próximo Ayuntamiento...

Por: Gerardo Armenta

¿De qué se trata?, preguntaría Frank Sinatra, quizá sin afán de producir una rima melódica. Dicen que así lo hizo. Hoy se valdría emular a este intérprete de grandes melodías (no en balde le conocían como “la Voz”) para a preguntar cómo van las cosas en la elección de regidurías étnicas de algunos municipios del sur de la entidad. Sin adelantar hechos, parecería, sin embargo, que tal procedimiento no está luciendo sus mejores galas.

¿Por qué las cosas en esta materia regularmente no son como deberían ser? La pregunta podría antojarse ociosa, y seguramente resulta así, pero la verdad es que de momento no se ocurre plantear de otra manera las circunstancias a que se alude. A la hora de la hora las evidencias suelen ser como son y así hay que asumirlas con tal textura. El problema es que parecería que no resulta posible evitar una problemática tan particular e interesante (comunitaria y periodísticamente) como la que se describe a continuación.

De momento un estado de cosas de este tenor afloró en municipios como Huatabampo y Etchojoa. Se trata, en vale repetirlo, del mecanismo para elegir a quien ocupará la regiduría étnica. Lectores avezados saben bien cómo transcurren esta clase de menesteres. Lo hacen casi siempre al amparo del conflicto. No se afirma contundentemente que así es siempre para no incurrir en censurable exageración. Pero por “ahí va la cosa”.

En Huatabampo se produjeron diversas irregularidades en el proceso para elegir a quien deba ocupar la regiduría étnica en el próximo Ayuntamiento. Una llamada Comisión Representativa se encargó de llevar a cabo este proceso que no pudo lograr un final feliz, en el cual se habían inscrito cinco candidatas. Sí: todas damas. Doblemente reprochable entonces que el proceso a que se alude se haya suspendido junto con la anulación de sus participantes a partir de esta modalidad. 

Sin duda, lo anterior se dice fácil, pero en los hechos debe tratarse de una situación extremadamente difícil o complicada. Oficialmente no están muy claras del todo las razones por las que se canceló (se supone que de momento) el proceso para elegir a la regidora étnica en Huatabampo. En un momento dado trascendió, por ejemplo, que a las candidatas a esa posición no se les permitió hacer campaña. ¿Entonces…? Suena un tanto absurdo un planteamiento como el anterior. Pero así fue hecho trascender públicamente. Y no en balde suele decirse que en política no hay nada escrito, lo cual, a la luz de muchos hechos al respecto, se antojaría cierto.

En Etchojoa, mientras tanto, circunstancias similares a las descritas en los renglones anteriores terminaron por ocurrir casi exactamente igual. Prueba de ello es que el gobernador tradicional de los Ocho Pueblos Mayos, Feliciano Jocobi Moroyoqui, planteará una impugnación ante el Tribunal Estatal Electoral, en lo que parecerían ser ya palabras mayores. De esa manera cuestionará la elección de regidor étnico de Etchojoa, en virtud de la “intromisión” del Ayuntamiento a través de la manipulación y acarreo de votantes en camiones. Así lo dijo Wilfredo Armenta Gastélum, asesor del gobernador tradicional Jocobi Moroyoqui.

Vale hacer notar que Germán Servando Vázquez Álvarez ganó la elección para regidor étnico en Etchojoa. Pero como resultado del proceso respectivo, al parecer el alcalde Judas Tadeo Mendívil Valenzuela podría ser citado a declarar por la presunción de que promovió el voto, junto con funcionarios, a favor de Vázquez Álvarez, lo cual se habría hecho “casa por casa”, según lo dicho por Armenta Gastélum. Este asunto se ventilaría ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, con lo que podría quedar de manifiesto que la denuncia va en serio.

Por lo menos así habría que entender las cosas en el papel o las palabras. Llama la atención sobremanera que en el desahogo de conflictos como los reseñados se invoque la posible intervención de instancias que ventilan cuestiones de carácter electoral con el fin de dirimirlas de una otra manera conforme a las mejores razones. Pero reprochable es que se está hablando de mecanismos que no tendrían por qué llevar a esa clase de complicaciones.

Quizá en una primera instancia una elección para determinar regidurías étnicas tendría que ser un mecanismo que prácticamente debería llevarse a cabo sin mayores complicaciones de por medio, habida cuenta del carácter de identificación propia que distingue a sus participantes. Sin embargo, en los hechos, como queda de manifiesto con la exposición anterior, no ocurre de esa forma, sino de una que se advierte radicalmente distinta por la confrontación que suele singularizarla. Y casi siempre es así. 

armentabalderramagerardo@gmail.com