La ópera no es elitista, lo somos nosotros con nuestras emociones

Por: Redacción

El viernes inició en su trigésima sexta edición el Festival Cultural Alfonso Ortiz Tirado. La oferta cultural contempla una rica y extensa programación de eventos artísticos que brindan la oportunidad de apreciar las sensaciones que el arte genera en las emociones humanas, las cuales a través de su lenguaje estético reconfortan el espíritu y el alma.
La consolidación del festival ha posibilitado que la programación de eventos se oriente hacia la inclusión, pluriculturalidad y atención a la diversidad cultural para que converjan todas las expresiones sociales en una acuarela con pinceladas coloridas y matizadas en un espacio y tiempo, donde las vibraciones musicales unen para rendir homenaje al embajador lírico de la canción mexicana Dr. Alfonso Ortiz Tirado.
El patio central del Palacio Municipal en Pueblo Mágico de Álamos, se convierte en un escenario majestuoso y evocador de la historia, donde fluyen las voces que sensibilizan al espectador, lo educan y le inauguran los sentidos de percepción.
El canto operístico es la vocación del FAOT, en su desarrollo histórico ha sido una plataforma para promover y difundir tan bello género, además de que es un escenario para que nuevos talentos se incursionen y consoliden sus carreras.
Además, contribuye en la formación de públicos para la música de concierto y el canto operístico, y genera el espacio idóneo para que se puedan explorar las emociones que propicia el apreciar la voz humana en su extensión hierática.
La ópera es para todos, nos incita a viajar en las diversas representaciones simbólicas de nuestra sociedad a través del drama, la tragedia, la comedia, lo burdo, la crítica social, con una estructura teatral y una acción memorable, perfecta, de gran magnitud.
Basta con reflexionar con la tragedia en la ópera Carmen de Bizet, que nos permite conocer el amor, la pasión, el desamor, la alegría, el deseo, pero, ante todo, cómo por un desamor y desplante Carmen es asesinada por su enamorado, es ahí donde se provoca la catarsis y espejo para reflexionar en nuestras realidades, como el feminicidio que está presente en México.
Debemos comprender que el origen de la ópera es revolucionario y progresista, nace en Florencia a finales del siglo XVI, ahí se reunían un circulo de artistas, profesores e intelectuales llamados la Camerata Florentina, este grupo trataba de dar vida nuevamente al olvidado arte dramático de la antigua Grecia la “Tragedia Griega.”
Entre ellos se encontraba Vicencio Galilei (compositor y teórico, padre del astrónomo Galileo Galilei y quien publicó por primera vez algunos fragmentos conservados de la música griega antigua) y Giovanni Caccini cantante y compositor. Las investigaciones de la camerata no influyeron mucho en la sociedad de la época, pero si influenciaron la estética de la ópera que vendría posteriormente.
El contexto del surgimiento es un seno monárquico, pero no debemos olvidar que los reinos eran la forma tradicional de Gobierno en Europa y en nuestro propio México-Tenochtitlan, es por ello que debemos erradicar de nuestras estructuras mentales y de inferioridad, el término de elitismo cultural, hoy todos tenemos acceso al canto operístico y el derecho a disfrutar.
Es necesario que se invierta y se designe un presupuesto como parte de la política cultural para que se produzca ópera en México y se realicen temporadas en todos los estados de la República, tenemos grandes cantantes que son conocidos en Europa y en nuestro país no.
En conclusión, la ópera no es elitista, lo somos nosotros con nuestras emociones, porque nos limitamos a explorar nuestro interior para sentir nuevas sensaciones y experiencias además de que es una oportunidad de elevar tu vida intelectual, de descubrir un lenguaje artístico que nos alimenta nuestro espíritu.
Disfrutemos el FAOT 2020.