El nuevo estadio, la organización del equipo se ha dedicado a brindar a los aficionados una experiencia mucho más agradable
Por: Jesús Carvajal Moncada
Al iniciar la temporada de la Liga Mexicana del Pacífico, los comentarios del gerente del club de béisbol Yaquis de Obregón, hace unas semanas, acerca de que lo más importante para los dirigentes de este equipo es dar a los aficionados una oportunidad para divertirse, mediante los grupos musicales que suelen amenizar durante y al final de los juegos, dejaron en claro que este es el objetivo primordial para la organización, la música, la bebida, el baile, la socialización, y por tanto, el consumo de los aficionados, antes de presentar un alto nivel de calidad en el equipo. Incluso, lo dijo claramente, que no se esperara un conjunto ganador, con aspiraciones a ganar el campeonato de la liga.
En una ocasión posterior, subió comentarios a las redes sociales de los Yaquis donde afirmaba que en realidad esa no había sido la intención, o sea, desestimar el deporte por otros tipos de diversión.
Es un hecho, no obstante, que desde hace varias temporadas, principalmente en el Nuevo Estadio, la organización del equipo se ha dedicado a brindar a los aficionados una experiencia ahí, mucho más agradable cada vez, que cuenten con opciones de diversión más amplias. Esto, no obstante, va llevando a la afición a asociar lo que come y bebe, la música misma, o las quinielas, con un partido de béisbol. El estadio Tomás Oroz Gaytán llegó a ser conocido como “la cantina más grande de Ciudad Obregón”. Supongo que el Nuevo Estadio ha igualado, o incluso, superado, al anterior en cuanto al consumo de cerveza, por ejemplo.
Hay aficionados que van a consumir bebidas alcohólicas y a socializar, y el partido de béisbol pasa a segundo plano, es sólo contexto para divertirse. Pero todavía existen personas a quienes sí les interesa el juego, lo conocen y el interés primordial es el deporte y la calidad del mismo. No es necesariamente negativo el consumo que se hace y el tener música en vivo, pero la directiva no debe perder de vista la tradición que representa la Liga Mexicana del Pacífico en el noroeste del país. Es el béisbol de mayor nivel en México, reconocido incluso en los Estados Unidos. Ha habido una gran cantidad de jugadores que han aprovechado el jugar aquí para pulir sus habilidades y llegar a las grandes ligas, no sólo elementos de la unión americana, sino de México y otros países de Latinoamérica.
Dejar de lado todos estos elementos sería una falta de reconocimiento a la lealtad de la afición, a quiénes sí saben de béisbol y lo siguen, con cerveza y música o sin estos elementos. Ofrecer a los asistentes al estadio diversas formas para su diversión es entendible en tiempos donde se busca incentivar el consumo, en cualquier campo donde sea posible en la sociedad y generar ganancias monetarias, no obstante, esto no debe llevar a desmeritar la calidad del juego. Es lo primero a tener en cuenta.