No es preciso, pero se sigue usando como el principal indicador para determinar cómo va la economía nacional; es el que más impacta en el bolsillo
Por: Mario Saucedo Gómez
Durante años se ha comentado que las formas de medición de la economía ya no corresponden a la realidad del país, pues algunos conceptos importantes quedan fuera de la evaluación.
Uno de ellos es cómo se calcula el Producto Interno Bruto (PIB), principal referencia para conocer la situación económica del país, aunque no mide el beneficio social derivado de esa producción.
El PIB, reconocido y ampliamente citado, fue encargado a Simon Kuznets para contabilizar lo que se producía en Estados Unidos tras la Gran Depresión.
Este sistema contabiliza bienes y servicios producidos, determinando su valor económico, y con base en ello se analizan todas las economías.
Sin embargo, no considera más allá de la cantidad y el valor de lo producido, ni el impacto social de esa producción en los sectores productivos.
A pesar de no ser un sistema de medición preciso, se sigue utilizando como el principal indicador para determinar el estado de la economía nacional.
Pero el indicador que más impacta en el bolsillo de los ciudadanos es el poder adquisitivo del dinero, es decir, la inflación, medida por el Banco de México a partir de 80 productos.
También la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realiza su propia medición, pero sólo contempla 40 productos.
Analizando el mercado de consumo, ni 80 ni 40 son suficientes, ya que ninguno contempla lo necesario para la vida cotidiana de una familia en su hogar y comunidad.
Esto evidencia que el Banco de México determina porcentajes de inflación sin considerar suficientes bienes y servicios, y que la Profeco no protege integralmente al consumidor.
Así, los porcentajes inflacionarios que se indican para productos y servicios básicos resultan muy distintos en el análisis técnico comparado con la vida real.
Esta discrepancia ha sido constante, especialmente en temporadas con alta demanda de productos o cuando se anuncian posibles aumentos salariales.
Muchos análisis basados en sistemas de medición antiguos, tanto de entidades gubernamentales como independientes, arrojan cifras alejadas de la realidad diaria.
Modernizar estos sistemas permitiría conocer con mayor precisión la situación económica del país y su impacto directo en las familias mexicanas.
También se plantea la necesidad de actualizar los índices de productos al mayoreo, que participan en la medición de la inflación y permiten conocer mejor el comportamiento del mercado.
Contar con sistemas de medición modernos en el país permitiría avanzar con mayor precisión en el desarrollo de todas las actividades económicas.
Y de forma más directa, fortalecer el mercado de consumo para que continúe el crecimiento empresarial y el desarrollo económico del país con certidumbre.
Hoy en día, el pendiente mayor para los productores agrícolas y empresarios es cómo se definirá el contenido del Acuerdo Comercial entre Estados Unidos, México y Canadá... Según los indicadores actuales, el principal socio comercial busca más apertura y menos restricciones, por lo que es fundamental participar activamente en estos acuerdos... Es cierto que los aranceles y la integración del contenido del nuevo acuerdo comercial entre los tres países socios han ralentizado el crecimiento de los parques industriales en México... Las regulaciones, como indicaciones normativas, también impactan a los productores mexicanos casi tanto o más que los aranceles... Hoy es el gusano barrenador... Mañana será otra amenaza que la sociedad comercial aún desconoce.