La historia... ¿se estudia profesionalmente?

Transmitir los hechos fue una tarea para personas sobresalientes en lo individual; en el siglo XIX en Europa se convirtió en una profesión

Por: José Marcos Medina Bustos

Es común que, entre los y las practicantes de la historia, haya discrepancias sobre gran cantidad de temas; sin embargo, generalmente aceptan que la historia tiene una función desde los tiempos más remotos de la humanidad: dotar de identidad a un grupo social. Puede ser una banda de cazadores-recolectores que, en la oscuridad de la noche, se sienta alrededor de la hoguera para escuchar a los ancianos que hablan de sus orígenes. O un moderno estado nacional, cuyos jóvenes estudiantes aprenden sobre el pasado de su país a través de imágenes recreadas por computadora, pero que igualmente le transmiten un sentido de identidad al indicarle sus orígenes, hazañas dignas de recordar, sus héroes, etc.

Durante mucho tiempo, transmitir la historia fue una tarea asignada a personas sobresalientes en lo individual. Sería hasta principios del siglo XIX en Europa que se crearon instituciones educativas en donde la tarea del historiador se convirtió en una profesión académica, que tenía su teoría, metodología y técnica. Estos profesionales, al igual que los antiguos contadores de historias, debían fomentar la identidad de los habitantes que conformaban los nuevos estados nacionales, pero ahora debían hacerlo apegándose a los nuevos paradigmas que legitimaban su conocimiento.

La profesionalización de la actividad historiadora en nuestro país es un fenómeno reciente, de la segunda mitad del siglo XX, cuando se crearon licenciaturas en historia e institutos de investigación histórica. Desde mi punto de vista, los tiempos actuales son buenos para las personas que se interesan en la historia, pues en la actualidad los historiadores profesionales gozan de mayor autonomía con respecto a los poderes políticos, económicos o sociales, lo que les permite realizar investigaciones históricas sin mayores presiones de los mismos; cuyos resultados dependan de su propia interpretación de los datos localizados en una diversidad de fuentes, bajo la lente de una teoría y una metodología acorde con los parámetros definidos por la misma comunidad académica de historiadores.

En la ciudad de Hermosillo, el Colegio de Sonora tiene una maestría y doctorado en Ciencias Sociales. Puedes encontrar la información necesaria en la página de Internet de El Colegio de Sonora.

Profesor-investigador en el Centro de Estudios Históricos de Región y Frontera de El Colegio de Sonora.