Se requiere unión del gremio artístico para hacer un frente de gestión en apoyo del proyecto. También se requerirá trabajo fuerte de vinculación
Por: Jesús Carvajal Moncada
Durante 2022, la Casa de Cultura de Cajeme vio una reactivación de sus actividades después del cambio en la dirección de la misma, al llegar el maestro Enrique Pinales. Exposiciones y otros eventos artísticos volvieron a ser parte de su dinámica, además de un campamento de verano que se extendió a diversas áreas de la ciudad, tomando como base escuelas primarias y secundarias, lo que permitió la participación de un mayor número de niños.
En cuanto al festival Tetabiakte, fue posible contar con recursos para su realización y continuar con una tradición importante para la cultura cajemense. Este evento requiere de un análisis detallado en cada uno de los elementos que lo conforman. No obstante, uno de los aspectos esenciales, al menos en lo que pude observar en varios días de asistencia, es que no logró congregar cantidades considerables de asistentes. Aunque en este rubro, tendría que fijar parámetros y cantidades, para dejar en claro lo que es una cantidad mayor o menor, pero a simple vista, no existieron las multitudes de años atrás, en presentaciones de Eugenia León, Guadalupe Pineda y Oscar Chávez, entre quienes han generado mayores audiencias. Ni la entrega del reconocimiento como ciudadano distinguido a Francisco Pérez Díaz y Mara Romero pareció generar un gran interés. Esto tiene que ver con los personajes reconocidos y el artista que cierra el evento; esto es: qué tan identificados son por la sociedad cajemense, sin dejar de reconocer los méritos de las personas que recibieron el nombramiento el año pasado. La selección de artistas, la difusión del evento, lograr una mayor asistencia y la conducción de las actividades, son aspectos a revisar para la preparación del festival de 2023.
Una actividad más, de gran importancia, fue la elaboración del proyecto para convertir a la ahora Subdirección de Cultura en un Instituto Municipal de Cultura. De concretarse, otorgaría un presupuesto constante y permanente a dicha instancia, que no estaría sujeto a modificación por ninguna administración municipal en el futuro. Es ésta indudablemente una de las áreas más importantes, ante la necesidad de contar con recursos monetarios suficientes para la difusión e impulso de la cultura en Cajeme. El monto asignado a esta dependencia puede modificarse a criterio del Gobierno en turno, justificando necesidades más apremiantes, o simplemente, una ausencia de recursos, aunque ha resultado evidente desde hace años que el campo del arte y la cultura es considerado menos importante.
La situación, por tanto, requiere de una unión del gremio artístico para hacer un frente de gestión en apoyo del mencionado proyecto. Además, es importante seguir enfatizando en la forma como se presentado el desarrollo cultural en Ciudad Obregón, su dinámica irregular en cuanto a eventos, apoyos y nivel de realización de los productos, pero con artistas y promotores que no han dejado de aportar sus esfuerzos por la cultura y con resultados que pueden hacer patentes los beneficios de las artes para la población en general.
Por otra parte, se requerirá a la vez un trabajo fuerte de vinculación cultural con los ámbitos educativo y de desarrollo social. Una alianza importante, ya que estas áreas pueden llegar a complementar entre sí sus actividades de manera significativa. La gestión para el logro del Instituto Municipal de Cultura debe continuar de forma intensa este año.