Si nos enfocamos en algo que nos apasione, obtendremos satisfacción y podremos enfrentar esas ansias locas que tanto inquietan el alma
Por: Jesús Huerta Suárez
Hace ya algunos ayeres que escuché por primera vez la canción "Beautiful Boy" de John Lennon, que compuso cuando nació su segundo hijo Sean Ono Lennon, y desde esa vez me ha parecido una de las más hermosas canciones de cuna. En una de sus estrofas dice —"Life it´s what happens to you while you´re busy making other plans", lo que se podría traducir como "La vida es lo que tienes ante ti mientras tú estás ocupado haciendo otros planes", y sí es cierto, a veces la vida se nos pasa y ni cuenta nos damos por estar distraídos en cientos de cosas menos en vivir el presente.
Si le damos importancia a este postulado, o sea, si nos enfocamos en algo que nos apasione, obtendremos satisfacción y podremos enfrentar esas ansias locas que tanto inquietan el alma.
El ponerles atención a los detalles de la vida nos brindará la motivación necesaria para luchar contra esa desesperación incontrolable que constantemente nos corroe las entrañas, y nos incitará a tratar de vencer ese miedo que nos causa pensar en el futuro, olvidando que el presente es lo único que tenemos.
Creo que el estar "fuera de onda" o evadiéndonos, como nos es tan común a la mayoría, no es nada bueno, y es que por lo general perdemos de vista tanta belleza y tantas bendiciones a nuestro alrededor y nos lo perdemos por enfocarnos en los pesares; en el pasado o en el futuro; en lo malo, y de ahí pasamos gran parte de nuestro tiempo quejándonos de todo: que si hace aire porque hace aire; que si hace calor porque hace calor; que no me alcanza el dinero; que nadie me pone atención; que no tenemos buen cuerpo; que mi equipo perdió; que luzco más viejo; y así, un sinfín de reclamos y de lamentos por todo lo que nos sucede, y eso hace que nunca nos sintamos bien y a gusto con nuestra vida. La vida, ese anhelo infinito que nos exige despertar la conciencia para entender el sentido de nuestra existencia.
Pero nunca es tarde para recomenzar, más ahora que está por iniciar un nuevo año. Entonces, nos daremos cuenta de que la vida está llena de grandes y simples milagros. Que somos afortunados al poder querer lo que tenemos, aunque no tengamos lo que queremos. Del podernos levantar en las mañanas y escuchar el canto de los pájaros. De poder disfrutar del color de las flores. De las palabras de un ser querido. De tener un trabajo, por más humilde que este sea. De tener algo o alguien en quien creer. De que alguien crea en ti. Del poder disfrutar de nuestra música favorita y del silencio profundo. De los olores y las despedidas. De los recuerdos. De los fracasos y de todas esas pequeñas cosas que van llenando poco a poco el día a día de nuestra vida y que, al final del tiempo, llevaremos como las joyas del tesoro de nuestro corazón que aún puede latir.
Te propongo disfrutar de todo, incluso del dolor, de las noches, por más oscuras que estas sean; de la soledad y del olvido. De los saludos fingidos; de los amores idos; de las hojas de los árboles que caen en lo recién barrido; de los lienzos sin terminar; de los wiskys baratos; de las canciones de cuna y de los abrazos por dar. Después de todo, esto es lo que nos ha tocado vivir, aunque nosotros tengamos otros planes.
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