Hacía mucho tiempo que no se aparecían por aquí dos personajes

Por: Armando Fuentes (Catón)

Hacía mucho tiempo que no se aparecían por aquí dos personajes: Pimp y Nela. El primero es gigoló, chulo o cinturita -otros peores nombres hay para designar su oficio-, y Nela es su pupila. Cierto día ambos acudieron ante el padre Arsilio y le comunicaron que se iban a ir del pueblo para buscar nuevos horizontes en la ciudad. "¡Qué lástima! -exclamó sinceramente apenado el buen sacerdote-. ¡Ustedes me daban bastantes temas para mis sermones!". Pepito regresó de la escuela y les dijo muy serio a sus papás: "En la clase de Biología vimos hoy cómo nacen los bebés. Y tengan cuidado. Si siguen creyendo en eso de la cigüeña, y de los pajaritos y las abejitas, se pueden llevar una sorpresa". Esta chica se llama Pechina, y es dueña de un opimo busto. En el restorán le reclamó al mesero: "Hace media hora pedí una pizza, y no me la han traído". Sugirió cortésmente el camarero: "Si la señorita tuviera a bien hacer un poco para atrás su silla, todos podríamos ver la pizza". Una de dos: o le ponen a AMLO un asesor que lo haga pensar lo que dirá en la comparecencia mañanera de cada día, o le designan un funcionario como el que tuvo Fox, que se encargue de decir a posteriori que lo que dijo el señor presidente no lo dijo, o lo dijo en manera diferente a como quiso decirlo, o en modo que no se entendió, o que se entendió en otra forma de como debió entenderse. Soy hombre de nostalgias, y recuerdo el tiempo en que las palabras de un presidente pesaban tanto que el mandatario en turno las cuidaba con esmero, y medía cuidadosamente sus alcances. Ninguno de ellos se exponía a los riesgos de la improvisación, y aunque dijeran necedades-"Defenderé el peso como un perro"; "Ya nos saquearon; nunca nos volverán a saquear"; "Ni los veo ni los oigo", etcétera- esos desatinos habían sido objeto de escrupuloso cálculo, y se preveían sus posibles consecuencias. Ahora el presidente da la impresión de que dice las cosas sin pensarlas, y que piensa muchas cosas sin decirlas. Espero que mi propuesta llegue al más cercano círculo de López Obrador, y que por el bien de éste, de la 4T, de Morena, y -sobre todo- de México y los mexicanos, alguien que tenga influencia sobre él le ponga un consejero o consejera que lo asesore antes de que hable, o que le saque la pata después. Doña Fecundina le dijo a la trabajadora social: "Tengo cinco hijos, y otro que viene en camino". Comentó la visitante: "No se le nota". Replicó doña Fecundina: "Ya no tarda. Lo mandé a comprar el pan". Noche de bodas. Inepcio, joven mancebo sin conocimiento del mundo y de la vida, casó con Pirulina, avispada chica con muchos kilómetros recorridos. Al terminar el primer trance de amor él le preguntó con ansiedad a ella: "¿Te gustó, Piru? ¿Te gustó?". Respondió la flamante desposada: "No te preocupes. Después de todo yo tampoco sé cocinar". FIN.

    

MANGANITAS.

Por AFA.

". Viene otra onda cálida.".

         Rascándose la cabeza

         dijo cierto borrachín:

         "A mí no me importa. Al fin

         que ya surtí la cerveza".