Los programas de intervención del estudiantado de la universidad pedagógica contribuyeron al desarrollo de competencias en alumnos de primaria
Por: Jesús Carvajal Moncada
Todo cambio que sea hecho a un sistema educativo, una reforma a los planes y programas, o bien alguna modificación realizada a la estructura curricular, debe ser objeto de evaluación en un tiempo determinado. Tal vez sea pronto para observar los efectos de la reforma educativa en México sobre el desempeño de los estudiantes de nivel básico, de primaria, principalmente, pero sería interesante poder contar con elementos de evaluación para observar el proceso que lleva lo que se ha llamado “una nueva forma de trabajar” los contenidos educativos de la niñez en México.
No obstante, cuando se labora en este medio, se cuenta con la posibilidad de obtener información a través de las prácticas que el estudiantado lleva a cabo en instituciones de educación primaria. Los programas de intervención que alumnas y alumnos de la Universidad Pedagógica Nacional, llevaron a cabo enfocados en el área de la lectoescritura, dejaron en claro, de manera contundente, que el alumnado con el que se trabajó presenta atrasos en el logro de competencias en la materia, desde aspectos que no se han consolidado por falta de estimulación, hasta la incapacidad para la lectura y la escritura en sexto grado de primaria.
Es un hecho que la pandemia dejó fuertes consecuencias en lo educativo, el sistema en México no fue capaz de suplir mediante el trabajo en casa, a las clases presenciales, y en la actualidad, los atrasos son evidentes, sin que se logre hasta el momento la regularización necesaria.
Falta de reconocimiento de letras y del sonido de las mismas; problemas en el uso de sílabas trabadas y en la utilización de mayúsculas y minúsculas, así como en la fluidez de la lectura, son algunos de los obstáculos, que si bien son parte del proceso que viven los niños, muchos de estos ya deberían haber sido superados en ese entonces.
Los programas de intervención del estudiantado de la universidad pedagógica contribuyeron al desarrollo de competencias en lectoescritura en alumnos de educación primaria, y esto fue así porque hubo espacios de tiempo dedicados exclusivamente a ello, que, si bien no fueron del todo suficientes, demostraron que se requiere el trabajo específico en este campo formativo, de lleno y sistemáticamente, al igual que en las matemáticas, donde también se registró la aportación interesante de una alumna. Estas dos áreas son de vital importancia para la niñez, ya que inciden fuertemente en su capacidad de comunicación, comprensión de la información y pensamiento lógico. Si no se le da la debida importancia, esto refleja un desconocimiento de lo que implica su desarrollo para las personas y el no asumir el hecho de que se debe trabajar con mayor dedicación y esmero, a través de estrategias innovadoras.
Ojalá que el sistema educativo en México sea evaluado periódicamente, y, sobre todo, que se tomen las decisiones más pertinentes al respecto, por el bien de la niñez en nuestro país y por la relevancia que la educación tiene en su formación personal.
Secretario de educación
Nuestra nación cuenta, seguramente, con académicos altamente preparados profesionalmente, con amplia experiencia y conocimiento de la educación, como para estar al frente de la Secretaría de Educación Pública. Por eso, sí es muy preocupante que se designe a alguien que no cuenta con el perfil idóneo para tan importante función.