El conflicto en Navojoa

El Sindicato del Ayuntamiento obtuvo recientemente un amparo que beneficia a 75 trabajadores despedidos...

Por: Gerardo Armenta

En el Gobierno de Navojoa no se resuelven todavía del todo los problemas entre las autoridades y el sindicato. Aunque quizá habría que decir que, de alguna manera, los conflictos en ese ámbito bien pueden ser también propios de la comunidad en su conjunto. Tal podría ser llegado el caso una óptica no desdeñable del todo o bajo ninguna circunstancia.

Las más de las veces, si un gobierno local tiene problemas, suele ser obvio, prácticamente hablando, que más temprano que tarde los efectos o consecuencias de esos problemas incidirán, de una u otra forma, en la marcha de la comunidad. Cabe reconocer que, por lo menos hasta ahora, este no ha sido el caso de Navojoa. Porque el o los diferendos entre la Comuna y el sindicato respectivo, se han ventilado directa o indirectamente entre las dos partes.

Pero de ninguna manera quiere decir lo anterior que los tratos o acercamientos en los ámbitos que deban hacerlos, se lleven a cabo con tersura y exceso de cortesías o parabienes. Nada de eso. Por ejemplo, el Sindicato del Ayuntamiento obtuvo recientemente un amparo que beneficia a 75 trabajadores despedidos, en tanto que obliga a la parte oficial a reinstalarlos con el pago de una parte de su salario, según dijo Ramón García Vallejo, dirigente del Sindicato de Trabajadores del Ayuntamiento de Navojoa.

Es obvio que una situación como la que impera hoy por hoy en el ámbito del gobierno de la Perla del Mayo, puede ser observada o examinada desde varios flancos. Pero en el comienzo de toda figura el dato un tanto extraordinario (desde un enfoque asombroso) que hace ver que el Ayuntamiento local asumió la decisión de despedir a más de 80 trabajadores. Esta debió o tuvo que ser una decisión drástica, dictada por factores inusuales, ya que no es común que en un ámbito municipal se adopten disposiciones administrativas de naturaleza tan áspera o agresiva.

 A menudo, por no decir que siempre, los alcaldes eluden suscribir disposiciones como la ejercida laboralmente en Navojoa por las consecuencias prácticas o políticas que podrían generarse. Eso es lo que en principio llama más la atención. Aunque no puede ignorarse que el despedido de 80 trabajadores del Ayuntamiento navojoense, aparejó un problema similar al que provocó la querella al respecto. Y es que se ha sabido que las mismas autoridades reconocieron que prácticamente no tienen recursos económicos para el pago de las liquidaciones correspondientes. Aunque este problema se despeja un tanto con la reinstalación de 75 trabajadores en virtud del amparo que logró su sindicato para ellos.

Quienes entienden de estos menesteres, no descartan la posibilidad de nuevos choques (esencialmente laborales) por esta curiosa, singular y hasta dramática situación. En realidad, más allá de lo que cada observador quiera advertir en ese ámbito, lo que hay en el Ayuntamiento de Navojoa es un serio conflicto entre las autoridades y el sindicato respectivo. Nunca como hoy las cosas (o los diferendos) ente unas y otro han habían llegado al extremo que hoy se registra. Poco a poco las diferencias existentes fueron subiendo de tono hasta llegar prácticamente a la ruptura definitiva.

En este contexto, el camino de los despidos laborales en el gobierno local navojoense, puede ser tan sencillo o práctico como cada quien quiera concederlo. Sin embargo, resulta obvio que al final ese camino podrá ser quizá mucho más áspero que las causas que obligan a transitarlo, porque hoy se sabe que en el Ayuntamiento no se tiene bajo presupuesto ningún dinero susceptible de utilizarse para el pago de liquidaciones laborales.

¿Cuál sería, entonces, el sentido de mantener la política del despido laboral? Una pregunta así podría responderse al tenor de varias interpretaciones. Pero sea cual la que se escoja como más práctica, a la hora de la hora será necesario tener el dinero pertinente para cubrir los finiquitos respectivos. Es allí donde los hechos se complican todavía más. Y es que las tareas de un Ayuntamiento siempre han sido especiales en el contexto de lo que espera o necesita una comunidad en sus legítimas aspiraciones de superación y progreso.

En Navojoa estas últimas palabras siempre han tenido una especial significación por el modo en que se ha buscado traducirlas en hechos a lo largo de los años. Una coyuntura crítica o peleonera como la que hoy existe en el ámbito laboral del Ayuntamiento, quizá no ayude mucho a trazar y alcanzar metas de interés colectivo. Conflictos como el descrito no son necesariamente el fin del mundo. Pero de todas maneras siempre será aconsejable resolverlos sin mayores evidencias que lamentar. Aunque uno entiende que asuntos de esa naturaleza no son precisamente enchiladas…

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