Todas estas facetas del amor son puestas por Dios en el corazón del hombre
Por: Saúl Portillo Aranguré
«Me amó y se entregó por mi» (Gálatas 2, 20), la manera de san Pablo de resumir su experiencia personal que transformó su vida, de perseguidor a perseguido, de enemigo de los cristianos a ser un amoroso discípulo y apóstol de cristo por voluntad de Dios. Discípulo que no conoció a Jesús de manera personal durante el paso de su vida terrenal, sino su encuentro narrado por Lucas en el libro de los hechos de los apóstoles, quinto libro del nuevo testamento de la biblia, que fue el inicio de una relación personal e íntima con Jesús a quien perseguía por medio de la comunidad de los seguidores que, había sido crucificado, sepultado y resucitó al tercer día.
"«Me amó y se entregó por mí». Esa era su mayor convicción, saberse amado. La entrega de Cristo en la cruz lo subyugaba, pero sólo tenía sentido porque había algo más grande todavía que esa entrega: «Me amó». Cuando muchas personas buscaban en diversas propuestas religiosas su salvación, su bienestar o su seguridad, Pablo, tocado por el Espíritu, fue capaz de mirar más allá y de maravillarse por lo más grande y fundamental: «Me amó»." (Dilexit Nos, no. 46, Papa Francisco, 2024).
DE LO PERSONAL A LO COLECTIVOLa experiencia de Dios, tiene que ser primero algo personal, íntimo que sólo así puede tener una consecuencia social y el lugar, busquemos esta experiencia que no puede ser ajena o de la admiración de cómo los santos o los hermanos más comprometidos en la iglesia viven de una manera tan natural, esta experiencia tiene que ser en lo más íntimo de nuestro corazón, Jesús es Dios y está vivo, no se quedó en la tumba, invitándonos al misterio de conocer, que en Dios es experimentar.
"Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros." (Romanos 5,8)
Nosotros debemos contemplar el misterio, para poder experimentar el amor de manera personal, que nos impulse a un cambio de corazón, si experimentamos la conmoción no sólo de sabernos amados, sino de sentirnos amados por Dios de manera incondicional, no requerimos cambiar para que Dios nos ame, sino que requerimos buscarlo, acercarnos a él y en ese intento iremos dejando atrás lo que nos aleja de lo contrario a Dios, como el pecado, el odio, el resentimiento, los vicios, la amargura, entre otras cosas que no es del querer de Dios que vivamos.
EL MISTERIO DE DIOSDios es un misterio, se escuchaba en la antigüedad, y sonaba como un "ni te metas que nunca entenderás", o como lo dicen algunos diccionarios, "lo secreto, lo oculto e inaccesible" y no es así, el concepto de misterio aplicable a Dios, se entiende como "verdad inagotable", es decir, éntrale aunque nunca termines de conocerlo en plenitud, ni en la eternidad, pues es Dios eterno que no será suficiente miles de años para conocerle, pues él es infinito y yo soy finito, aunque mi alma sea eterna, estoy invitado a buscarle hoy, para conocerlo y consecuencia de esto...amarle.
El misterio más grande de nuestro Dios es inexplicable, pero lo intentamos en la evangelización, es el misterio de Jesús en la Cruz, es el misterio de la salvación, me amó hasta el extremo de entregar su vida por mí, para salvarme, pagó el precio consecuencia de mi pecado, sólo una ofrenda eterna, para salvarme de una condenación eterna. No merecemos tanto amor, debería ser la experiencia de contemplar un crucifijo, verlo en silencio en Cuaresma es la oportunidad de pensar que lo hizo por mí, porque me ama, se entregó por mí, por mis pecados y mi culpa, me ofrece la salvación y la liberación de las ataduras del pecado, del resentimiento y de las obras del diablo. Él no nos quiere esclavos, nos quiere libres, así lo clarifica san Pablo en la carta a los Gálatas, en el primer versículo del capítulo quinto.
SOLO EL QUE SE SIENTE AMADO PUEDE AMARLa experiencia que reestructura a la persona, tan divida y fragmentada por las malas experiencias de traición, de maldad, de frustración, de celos, etc., etc., etc. Experiencias que nos han hecho desconfiados, ariscos con los demás, con barreras que sólo limitan nuestra experiencia de nuestro desarrollo personal, que nunca alcanzará plenitud sin el otro, invitado a descubrirme a mí mismo en la medida que me relaciono con mi prójimo, ya lo dice la biblia desde el Génesis, que Dios al ver a Adán, dijo "no es bueno que el hombre esté solo", no se vale escondernos de Dios y del prójimo, si quiere crecer y madurar, necesito del otro... y el otro, necesita de mí.
La fórmula parece sencilla, si me siento amado, puedo amar; si me siento perdonado, puedo perdonar, sin me siento ayudado, me impulsa a ayudar al que me necesita. Por el contrario, entendemos que el herido, hiere; que el lastimado, lastima; que el ofendido, ofende; que el que fue abusado quiera vengarse abusando de una u otra manera.
El amor puede unir los fragmentos de nuestro corazón partido por las experiencias negativas del pasado. No cualquier amor, no, sino el amor que todo lo puede, el amor incondicional humano y divino que nos ofrece Jesús; pues sin él, el amor es egoísta, es altanería, es pretencioso, es impuro, convenenciero y condicionante. En cambio, el amor de Dios es generoso, es libre, incondicional, total y pleno, no tienes que hacer nada para que te ame, pues "Dios es amor" (1 Juan 4,8).
CREADOS EN EL AMOR Y PARA AMARNo importa las condiciones sociales, situacionales en el momento de la concepción de tus padres biológicos, la vida es un don de Dios, vida con todo el potencial de desarrollo desde el momento de la fecundación del óvulo, en ese instante, se da por decisión de Dios, la vida, son su propio ADN diferente a la de la portadora, la madre. Por eso la vida es un acto bello del amor de Dios que quiso que nacieras, él lo decidió, aunque muchos quieran negar, que el feto o producto es un ser humano diferente, aunque dependiente de manera temporal en la vida intrauterina.
Algunas palabras griegas que se relacionan con el amor son:
Ágape: ???p?, que significa amor incondicional, afecto y reflexivo. Los filósofos griegos antiguos lo usaban para referirse al amor universal.
Storge: st????, que significa amor, afecto, especialmente de padres e hijos.
Philia: f??ía, que significa amor fraterno, incluyendo amistad y afecto.
Eros: Amor sexual o amor romántico.
Todas estas facetas del amor son puestas por Dios en el corazón del hombre, para vivirla en su momento correcto, sabiendo que tenemos que verla como dimensiones del amor, donde generosamente abiertos al amor, buscamos entregarnos, darnos y desgastarnos hacia los demás que tienen derecho a mi amor, pues he nacido para amar y ser amado, Dios nos ama con todo su corazón, humano y divino en Jesús, su corazón revelado a santa Margarita María Alacoque, que es un corazón ardiente, traspasado, donde podemos entrar y sentirlo palpitar por mí, diciéndome que me ama, que no tenga miedo, que ahí está él, basta que te dejes encontrar o alcanzar por él que tiene mucho tras de ti, una y otra vez, hasta que un día estemos con él en la eternidad.
OREMOS:"Señor Jesús, amor de los amores, amante mal correspondido, que me has dado y derramado hasta la última gota de tu sangre por amor y para salvarme, te pido que, ésta Cuaresma me ayudes a reflexionar, sobre esa experiencia transformante que tuvo san Pablo, «Me amó y se entregó por mí», primero me amaste y luego te entregaste... quiero experimentar tu amor personal, y desde tu sagrado corazón y contemplar tu cruz; es decir tu entrega, pues el amor verdadero implica sacrificio, dolor, entrega. Ilumíname Espíritu Santo para entender que si no estoy dispuesto a sufrir con y por el otro, entonces nunca aprenderé a amar, porque el amor me impulsa a salir de mi zona de confort, a arriesgarme a la traición, a exponerme al desamor, pero es mejor amar y sufrir que nunca haber amado, sácame de mi egoísmo, del amor desordenado, que sólo piensa en mí mismo, rompe los temores infundados, que no me permite abrirme, que me encadena a lugares oscuros y solitarios; tú quieres que experimente el amor del Padre misericordioso, que me espera como al hijo pródigo, con brazos extendidos, no importando como venga desaliñado, tú quieres que regrese a tí, contigo podré purificarme, cambiar mis vestiduras, mis nuevas maneras de amar. Virgen María, madre del amor hermoso, tómame de la mano, para no extraviarme, recuérdame que tengo que hacer todo lo que tu hijo me diga, protégeme del mal, del maligno y de lo malo; pero, sobre todo, protégeme de mí mismo, que pareciera que soy mí peor enemigo, eligiendo lo que no me conviene, lo que mí egoísmo clama, pero hoy sé que ese camino no tiene buen destino. Sáname, libérame y Sálvame. Gracias Dios Padre amoroso, Gracias Jesucristo Señor amante perfecto, Gracias Espíritu Santo amor que transforma corazones." Amén.
Por Saúl Portillo Aranguré
Para comentarios y sugerencias:
saulportillo@hotmail.com