Desalinizadora, sigue

Por: Eduardo Sánchez

Si nos atenemos a la información oficial, la construcción de la planta desalinizadora de Empalme, programada para terminarse en mayo de 2020, sigue viento en popa porque los recursos para ello provienen de un fideicomiso en el cual se garantiza un subsidio del 49% de la Federación y 51% de participación privada.


Por lo tanto, los integrantes del Movimiento Ciudadano por el Agua no deben temer a que el gobierno federal deje de aportar su parte para que al final se cuente con una planta mediante la cual se obtendrá una producción de 200 litros de agua por segundo, que se traduce 6 millones 307 mil 200 metros cúbicos anuales.


Esa cantidad garantiza el abastecimiento para más de 226 mil habitantes de los municipios de Guaymas y Empalme en su primera etapa.


“Los recursos para la desalinizadora que se construye en Empalme, están garantizados dentro de un fideicomiso, por lo que dicha obra sigue su construcción de forma permanente y no existe ninguna suspensión ni falta de recursos", se indicó en fuentes oficiales.


La empresa que construye la planta es Aqualia, cuyas instalaciones centrales están en Ávila, España, pero cuenta con representación en México.


Ya trabajaremos en forma más abundante esta información para que los lectores estén bien documentados sobre el tema.


 PRI: NUEVA TORMENTA


Pues, como luego dicen, "éramos muchos y parió la abuela". Esa frase se puede aplicar a la decisión de don José Narro de renunciar al PRI tras 46 años de militancia.


Dice que no va a formar parte de la simulación en el proceso de elección de la nueva dirigencia y que por lo tanto es mejor que digan aquí corrió que aquí quedó.


Den por hecho que muchos otros priistas van a salirse de lo que queda de ese partido, al cual quieren seguir manejando como si los tiempos fueran todavía aquellos del "dedazo".


Por supuesto, muchas cosas han cambiado pero en el PRI hay muchos que no lo ven así y, por lo tanto, en su salud lo hallarán.


Si ya en las elecciones pasadas la mazorca comenzó a desgranarse, con este nuevo vendaval el barco va a comenzar a quedar solo. Y ya hay quienes apuestan que podría formarse un nuevo partido. Ya veremos.


 NOS FALTA AMOR


Ternurita. Dice Francisco Cano Castro, el jefe de la Policía en Cajeme, que la falta de amor es lo que causa la violencia.


Y puede ser que tenga razón, pero, como en toda crítica, el autoanálisis es fundamental y tendrá que ver que esa deficiencia de cariño no se vive al interior de la corporación que dirige.


Por el contrario, hay mucho amor entre algunos de sus policías. Si, así como lo lee, tienen esos genízaros un gran amor por el dinero. Tanto, que se han puesto a disposición de los malhechores para ayudarlos en sus "jales", a cambio de una lana.


Y mientras no se actúe contra ellos, las cosas no cambiarán y las jornadas por la paz que se intentan organizar para desterrar la violencia, quedarán en buenos intentos.


Por supuesto que la sociedad debe cambiar también de actitud para ser denunciante de los que en el barrio, en la colonia, se dedican a cosas ilícitas.


Solamente así el amor va a inundar a Cajeme. Y digan que se lo dijo un loco.


GOBIERNO CON PIEL DELGADA


El que no se midió de plano es Francisco López Olea, regidor del Movimiento de Regeneración Nacional, o sea Morena en Cajeme.


Resulta que a sus compañeros de Cabildo que luchan por acciones más estratégicas en el combate a la delincuencia, les llamó “crimen organizado con tintes políticos".


La verdad, los morenistas son bravucones como su jefe en Palacio Municipal. Incluso se encargaban de criticar por todo a los anteriores gobiernos. Pero ahora que están en el ejercicio de gobierno, tienen la piel muy delgadita y les duele toda la crítica, por constructiva que sea. A López Olea, y a quienes como él actúan, habría que recordarle que se encuentra en una posición pública y que, en consecuencia, los señalamientos contra su mal actuar se los va a topar en cada esquina y no por ello tendrá que repetir aquello de "¿estás golpeando o qué?", la famosa frase de Sergio Pablo Mariscal Alvarado.