Un proceso inédito tendrá contratiempos y resistencias; hoy se da la oportunidad a la ciudadanía de participar en un proceso del que estaba alejada
Por: Manuel Borbón
Hoy podemos decir que, después de mucha polémica, tinta y saliva, la elección al Poder Judicial es un hecho consumado, o como dirían los abogados: consummatum est, es decir, todo ha terminado. Al momento en que estas letras se escriben caen sobre las calles de Cajeme las primeras gotas de lluvia de la temporada, las cuales, representan para muchos un nuevo comienzo de esperanza que traiga consigo la llegada del vital líquido a nuestro valle y, a su vez, los ciudadanos están eligiendo a quienes serán los nuevos miembros del Poder Judicial.
Al amanecer, nos levantamos con la noticia de que la elección al Poder Judicial era todo un hecho. La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, junto con sus consejeros, hizo un llamado para que los mexicanos salieran a votar de manera pacífica a las urnas que en esos momentos miles de mexicanos les estaban preparando. Por su parte, la presidenta de la república, Claudia Sheinbaum había invitado desde un día antes a los ciudadanos para que salieran a ejercer el tan afamado derecho al voto, afirmando que las críticas de quienes se oponen a este nuevo modelo son falsas y carecen de fundamentos.
En el caso particular de quien esta crónica relata, posterior a asistir a la misa dominical, acudimos en familia a ejercer nuestra obligación de votar en esta elección. A partir de esa experiencia, puedo hacer las siguientes observaciones:
1. A pesar de estar involucrado en el tema, el poco tiempo para conocer a los candidatos y la poca difusión sobre las cuestiones referentes a la elección volvieron sumamente compleja la tarea de elegir en nueve boletas a una cantidad considerable de juzgadores federales y estatales.
2. En la mayoría de las casillas que visité, tanto en la zona urbana como rural, la afluencia de votación era considerablemente menor a la vista en las elecciones tradicionales.
3. Como de costumbre, la mayoría de los votantes eran personas de edad avanzada, lo que refleja la poca participación que existe de los jóvenes en temas referentes a la política
4. En prácticamente todas las casillas que me di a la tarea de visitar, había ciudadanos y vecinos que se encontraban resguardando el proceso electoral, lo que significa que, a pesar de la controversia, los ciudadanos salieron a cumplir con su deber cívico.
5. La polarización volvió a hacerse presente, con posturas en ambos extremos: quienes desdeñaban el proceso llamando a no salir a votar, y quienes, acordeón en mano, salieron a votar aún sin conocer mínimamente a sus candidatos.
6. Confusión generalizada: boletas sin logotipos de partidos, centros sin representantes de casillas y una sensación de incertidumbre al no tener claridad sobre quién resultó electo al final de la jornada.
Sin duda, un proceso inédito siempre tendrá contratiempos y resistencias; sin embargo, algo que debemos de reconocer es que, a quienes en su momento Andrés Manuel López Obrador les prometió "hacer historia", tal como le llamó a la coalición electoral que lo llevó al triunfo, hoy, aún sin estar en el cargo, les está cumpliendo con una elección al Poder Judicial donde se le brinda la oportunidad a la ciudadanía de ser partícipe de un proceso del que normalmente estaban totalmente alejados.
El éxito de esta nueva dinámica dependerá enteramente de nuestra capacidad como ciudadanos para ejercer nuestro derecho al voto, pero, sobre todo, de elegir de manera consciente e informada a quienes habrán de ejercer la justicia en nuestro país.
Esperemos que tanto de las autoridades como de la ciudadanía aprendamos a ver este tipo de circunstancias no como un problema, sino como una oportunidad para mejorar.
borbonmanuel@gmail.com