Los números de quienes dicen que el país está volviendo a la calma, son datos de la burbuja rosa en que se envuelven los servidores públicos
Por: Francisco González Bolón
Dicen que usted no está para saberlo ni yo para contarlo, pero el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ya dio a conocer que septiembre fue el segundo mes con más homicidios dolosos por día en el país, con un promedio de 77.6 casos, de los dos mil 329 asesinatos cometidos en ese periodo.
Hasta el momento, de acuerdo con esos registros, mayo ha sido el mes más violento del año, con dos mil 472 personas asesinadas, con un promedio diario de 79.7 casos, el más alto de 2022.
Le sigue junio con dos mil 289 asesinatos y un promedio diario de 76.3 homicidios dolosos.
O sea que las cifras alegres de quienes nos dicen que el país está regresando a la calma son, precisamente, números de la burbuja rosa en que se envuelven los servidores públicos para hacer pensar al resto de los terrenales que todo está bien.
Y para muestra basta un botón: la dependencia dio a conocer que entre el viernes y el domingo fueron ejecutadas 217 personas a lo largo y ancho de México.
Quizá por el ser el más poblado, el Estado de México fue el que reportó más asesinatos, con un total de 30 casos, además de Guanajuato, con 27, y Chihuahua con otros 20.
En Jalisco, como se divulgó ampliamente en su momento, 16 personas fueron acribilladas el fin de semana, en tanto que en Oaxaca fueron 13, en Baja California, 12, y en Nuevo León y Michoacán fueron 11 en cada uno.
Sonora no se salva: ocho personas fueron asesinadas en estos días, igual que en Zacatecas, Colima, Veracruz y Ciudad de México, en tanto que en Morelos y Puebla se cometieron en cada estado seis asesinatos.
Octubre, pues, arrancó con 144 personas ejecutadas; es decir, 72 por día y eso no lo inventaron los conservadores, los del Prian, ni los de la derecha, sino que son hechos consumados que a veces se tratan de negar para que el pueblo piense que en realidad hay disminución de los delitos.
En Sonora, informan, fueron detenidas 182 personas durante septiembre en los diversos municipios.
En cifras que solamente constan en los libros oficiales, pues a los medios de comunicación solamente se les envían comunicados, se incautaron 66 armas de fuego y ocho mil 710 cartuchos de diferentes calibres.
Según esas cifras, se sacaron de circulación en las calles más de 20 mil 680 dosis de drogas, en tanto que se recuperaron 27 vehículos con reporte de robo.
Sin saber hasta qué grado son verdad esos numeritos, se tiene que confiar en que las autoridades no se están autoengañando para tratar de mostrar “un buen trabajo”, aunque, a ras de suelo, los ciudadanos ya no sienten tanto lo duro sino lo tupido del ataque de los malandrines.
Es cierto, a los ciudadanos corresponde también una buena parte de las tareas para alcanzar un mejor nivel de seguridad, pero eso no les quita a los funcionarios su responsabilidad de aceptar cuando sus acciones se ven rebasadas por los “generadores de violencia”, como pomposamente le llaman ahora a los criminales.
Si entre todos ha de construirse una sociedad más segura, bien vale la pena hacerlo con honestidad entre ambas partes.
Porque, en la medida en que alguien mienta, en esa proporción se reduce la credibilidad en el otro y, en consecuencia, se debilita cualquier acción conjunta.
Y, la verdad, "el horno no está para bollos".
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