El matricida guardó los trozos del cuerpo de su progenitora en recipientes de plástico dentro del refrigerador, así como en cajones y el armario
Por: Redacción
Alberto “N”, un hombre de 26 años, mató a su madre, María Soledad “N”, luego descuartizó su cuerpo, lo cocinó y lo comió; además, guardo trozos de su carne en tuppers y los puso en el refrigerador.
Según reportes de la Policía de Madrid, España, los agentes llamaron a la puerta de la vivienda familiar para preguntar por la mujer, pues una vecina denunció que tenía casi un mes desaparecida y temía que algo malo le hubiera pasado, ya que constantemente la veían con golpes y hematomas, y los vecinos sospechaban que su hijo menor la golpeaba.
Alberto atendió al llamado, salió y confesó su atroz crimen. “Sí, mi madre está aquí dentro, muerta. Mi perro y yo hemos comido su cuerpo a trocitos”, declaró el asesino.
Las autoridades señalan que, al entrar a la casa, encontraron el cuerpo de la mujer esparcido por todos lados. Además, en un recipiente de plástico encontraron más restos de María Soledad. Había huesos diseccionados en los cajones, y también parte de su espalda y su cabeza; así como en el armario, donde había extremidades y más restos.
En depósitos de basura del edificio había arrojado parte de las vísceras, de las que pudieron recuperar algunas.
Alberto “N” cuenta con 12 antecedentes penales, la mayoría por denuncias de su madre, que lo acusaba de maltrato.
El asesino es el segundo de dos hermanos, de profesión hostelero. Su hermano mayor no mantenía buena relación con él. Su padre falleció hace muchos años, por lo que vivía solo con su madre.
Según las autoridades, parece ser un caso de canibalismo. El acusado no ingirió la carne cruda y los cortes que realizó al cadáver fueron limpios y precisos.
En la inspección en el domicilio se encontraron varios cuchillos grandes y muy afilados, por lo que no descartan que pudieron ser usados por el acusado para cometer el crimen.