Asesinato de un yaqui

Por: Francisco González Bolón

Para los habitantes de Loma de Guamúchil, sede del pueblo yaqui de Cócorit, se les ha dado un certero golpe en sus entrañas:

Agustín, “El Roque”, Valdez, jefe de vigilancia de la Guardia Tradicional e hijo de Guillermo Valdez Castillo, gobernador tradicional de Loma de Guamúchil, fue asesinado la madrugada del domingo, durante una fiesta.

Muchos de los habitantes de esa comunidad, cuya dirigencia en su momento fue conocida como la de los “chipilones” del Gobierno, tienen ahora duelo en sus hogares, pero sobre todo en su corazón porque sienten que ha sido una traición desde donde antes se les impulsaba, como por ejemplo el 21 de octubre de 2016, cuando acudieron a tratar de destronar a las autoridades tradicionales de Loma de Bácum y se armó un zafarrancho que derivó en una vida perdida.

Los yaquis dicen que “El Roque” era quien comandaba el bloqueo de la Carretera Federal México 15, en la zona del Danzante Yaqui y que por lo tanto a quienes le seguían en esa acción los ha invadido el miedo y en las últimas horas han decidido abandonar esa manifestación.

Muchos ven en el asesinato únicamente la mano de sicarios, como para relacionarlo con el crimen organizado, dicen habitantes de Loma de Guamúchil, pero en realidad creen que desde las esferas oficiales se orquestó este crimen, pero eso deberán probarlo en las instancias correspondientes.

Por lo pronto, en redes sociales, surgen sobre el tema comentarios como este:

“Un duro golpe al pueblo de Loma de Guamúchil...

“No cesa el acoso del sistema político y económico de Sonora a la tribu yaqui, hoy no fue Loma de Bácum, pues sus habitantes están calmados y tranquilos, hoy le tocó a Loma de Guamúchil, el poder económico y político le dan en su mero corazón al mandar a asesinar a un miembro de la Tribu Yaqui, quien en los últimos meses tenía el control del bloqueo a la altura del danzante yaqui...un joven con ambiciones mas allá de los culturales pugnaba por tener todo el control del pueblo y sus alrededores. Querido por muchos y odiado por otros. Razones, cada quien los tenga en sus corazones. Un joven con todo un futuro, no debía acabar así, pues a ninguno se le debe arrancar la vida por mas rivalidad que se tenga.

“La tribu yaqui en este pueblo en el último año ha perdido dos jóvenes por manos invisibles y cobardes. Sin duda esto debe prender las antenas del pueblo, pues esto no es normal y no debiese suceder, antes que se multipliquen este tipo de actos el pueblo en general más allá de las divisiones y de incumbencias yoris… deben hacer funcionar las formas internas y revitalizarlas... he señalado actos donde el estado ha pisoteados los derechos... temas como el agua y territorio están pisando callos, grupos yoris que tienen intereses en los recursos yaquis quieren enrarecer el clima al interior de los pueblos yaquis... este joven hizo lo que su conciencia le dictó... cosas buenas o cosas malas, aun así no debía acabar así… el pueblo debe despertar y hacer funcionar sus estructuras...un pésame a la familia, y amigos de Agustín, descanse en paz”.

O sea, si quienes han orquestado diversas maniobras para dividir a los yaquis piensan que nadie se da cuenta o que ellos pueden ser engañados como en los viejos tiempos, se equivocan.

Hoy, muchos jóvenes indígenas están mejor preparados y tiene a la mano información, conocimiento sobre cómo se mueve el tinglado en la política, de modo que si quieren embarcarlos en aventuras sin sentido, quizá ellos puedan seguirles el rollo, pero pensando más en sacarle provecho al hacer pensar que son ingenuos.

Cuidado, pues. Están estirando mucho la liga y ese programa del Plan de Justicia debe tomar en cuenta la verdadera voz de los yaquis y no únicamente la forma de ver las cosas desde la comodidad de un puesto del gobierno.

Si no lo aterrizan bien, habrá consecuencias y nadie, después, debe llamarse engañado porque bien saben lo que están haciendo.

Cambiar espejitos por el agua, por el territorio o el bienestar de los yaquis, no les dará resultados buenos si los indígenas no son tomados en cuenta.

Y digan que se los dijo un loco.

Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx