Tarifas de agua y el predial
Por: Gerardo Armenta
Los incrementos en las tarifas de agua y predial, recientemente autorizados por el Cabildo de Navojoa, podrían ser objetados a través de un amparo con el aval ciudadano. Para ello este pasado fin de semana se programó instalar un módulo en el Mercado Municipal con el fin de recabar las rúbricas respectivas. Esta convocatoria fue suscrita por agrupaciones como El Poder del Pueblo de Navojoa y la Unión de Trabajadores del Campo.
Como bien se sabe, los incrementos en mención fueron del 20% al agua y del 17% al predial. Con estos porcentajes quedó en claro que realmente no hubo muchas contemplaciones para el sufrido pueblo navojoense y su particular situación económica. En el Cabildo, por lo visto, nadie le preguntó a nadie sobre tales incrementos en tan particulares rubros, y así los aprobaron en lugar de reprobarlos. Es decir, un tanto como si no hubiera infierno. Pero sí hay. La comprobación respectiva de su existencia ocurre cuando menos se espera.
No en balde suele decirse que en el pecado se lleva la penitencia. Aunque es probable que en el Cabildo local ni se acuerden de lo que hicieron. Pero también hay que entender que lo que se comenta es algo que los regidores tenían que hacer, por lo menos su mayoría partidista. El problema es que por todos lados se dice que poco falta, para que estemos en la gloria. Y de repente sucede que no es así. De pronto aparecen realidades que se asume enfrentar casi de un día para otro, cuando en realidad se trata de asuntos de suyo dotados de una elevada importancia social y económica que deberían recibir una cierta meditación.
Es claro que no ha de resultar propio que en un municipio se ignoren problemas de primer orden. Todo lo contrario: debe de ser propio y exigible que temas de ese nivel se aborden con la pertinencia exigible que corresponda. Pero también cabría suponer que hay de modos a modos para hacer las cosas. Autorizar de golpe incrementos no desdeñables a dos impuestos de primer orden, no ha de ser cualquier cosa burocrática o administrativa por parte de un Cabildo, por lo que tendría que mediar una juiciosa meditación. A eso se reduce todo, hoy como ayer.
En esa perspectiva, Jesús Enrique Román Zamorano, dirigente de El Poder del Pueblo, reprobó los incrementos de que se habla, los cuales, indicó, "golpearán mucho la economía familiar". Sostuvo que "hay mucha inconformidad y enojo en muchos navojoenses", quienes han dicho que ya no van a pagar el recibo de agua. "Y con justa razón –añadió-, porque el aumento fue desproporcionado y abusivo".
Planteamientos como los anteriores se explican por sí solos en razón de la propia justicia o sentido común que les asiste. Todos los comentarios de los que es posible saber sobre este tema, coinciden en lo mismo, que no es otra cosa más que el rechazo general a los incrementos multicitados en estos renglones. No podía ser de otro modo a la luz de todas las circunstancias imperantes en un contexto general como el de hoy, cuyas complicaciones (dicen los que saben de estos menesteres) se acentuarán con el inicio del año.
Un pesimista diagnóstico como el anterior nunca puede ser ignorado o desestimado en un país como el nuestro, donde pocas veces el comienzo de un ciclo anual como el que se avecina ha sido visto con alegría o felicidad desbordadas. Al contrario, el estado de ánimo siempre ha sido cauteloso o de franco temor. No se habla por hablar. El registro histórico de los hechos en la materia habla por sí solo.
En un contexto así, nunca podrá ser un buen generador de albricias existenciales el súbito aumento en dos impuestos de primer orden. Todo lo contrario. Pero por lo visto no es mucho lo que la ciudadanía puede llevar a cabo para hacer constar su rechazo ante esas disposiciones. Está el camino del amparo, el cual fue ideado por organizaciones como El Poder del Pueblo de Navojoa y la Unión de Trabajadores del Campo, como se hizo constar.
La actitud que tiene que ver con el incremento en el costo del agua es ilustrativa a partir de evidencias incontestables. Román Zamorano, dirigente de El Poder del Pueblo, dijo que hay mucha inconformidad entre navojoenses por la puesta en curso de esa decisión. "El aumento fue desproporcionado y abusivo", señaló. Aparte, mencionó que existe una evidencia que no puede ignorarse: el suministro de agua en Navojoa es irregular y deficiente. ¿Hasta cuándo? Nunca se ha dicho una palabra al respecto.
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