Pleito entre morenistas
Por: Gerardo Armenta
En Huatabampo, por lo visto, no sólo los priístas están haciendo notar inconformidades por los modos de actuar de sus mandos estatales en la elección de candidaturas. Curiosamente, una idéntica actitud ha salido a relucir en su ámbito por parte de militantes de Morena. Incluidos fundadores de este partido.
Podría ser dable pensar que en uno y otro caso se trataría de circunstancias propias de la temporada política que está en curso en el marco del compromiso electoral que se avecina. Sí, podría ser el caso, aunque quizá no tanto. Y es que estamos hablando de actitudes partidistas beligerantes o frontales, singularizadas por alegatos que no pueden ser desdeñados nada más porque sí.
En esencia, estamos hablando de una impugnación a la planilla con la que Morena busca competir por la alcaldía de Huatabampo a través de su coalición “Juntos seguimos haciendo historia”, encabezada por Alberto Vázquez Valencia. Por lo visto, en la hechura de esa planilla no se evidenció respeto para los estatutos partidistas.
Un grupo de morenistas hizo en público esta revelación y dijeron que se prestan a formular la denuncia correspondiente ante las instancias correspondientes. Quienes sustentan esta querella se sienten “engañados y traicionados por Morena estatal” por no respetar los lineamientos de la convocatoria electoral lanzada para la Tierra de los Generales.
Y de una manera muy gráfica, dijeron que “todo se hizo desde Hermosillo en una oficina refrigerada y todo en lo oscuro”. Valdría preguntar entonces: ¿Cómo en los viejos tiempos políticos? La respuesta no puede ser más que una: Exactamente. El único problema es que se está hablando de un partido que como Morena juró y perjuró que sería distinto.
La “película” partidista que hoy tiene lugar en el ámbito morenista de la Tierra de los Generales, fue escenificada muchas veces con directores, actores y escenarios priistas. Igual sucede con la alusión a la oficina refrigerada y lo oscuro de la ambientación respectiva. Hay, empero, un intento de salvar la situación a que se alude, cuando quienes impugnan en Huatabampo sostienen que su inconformidad no es un asunto de “chambas”, sino de respeto a Morena y sus militantes. Por ello, vale suponer que dos son los riesgos o peligros (enunciados ya en Huatabampo) que este partido podría enfrentar en lo inmediato.
Se trata, según adelantó Carmen Idalia Gutiérrez, una de las militantes inconformes, de lo que en una elección se asume como voto de castigo (sufragar en contra) y de una eventual desbandada. Las que se comentan son dos advertencias francamente hostiles o belicosas por parte de simpatizantes de un partido en contra de sus propias siglas.
Cuando ocurre en ámbitos políticos de esta naturaleza, o existe la eventualidad de que suceda, ello quiere decir que las cosas respectivas no andan bien, dicho sea de la manera más simple que sea posible expresarlo. El PRI debió enfrentar una y otra vez amenazas similares por parte de los suyos. Pero la diferencia es que Morena es un partido joven, mientras que el PRI ya no se cuece al primer hervor.
Tan es la diferencia entre ambos partidos por más que cada día resulten tan parecidos, sin importar que Morena se encuentre en el esplendor de su existencia. A la hora de la hora, se estará de acuerdo en que la política, en su acepción más distintiva no es más que una suma de conflictos de muy diversa graduación.
De esta forma, el que tiene lugar hoy en Huatabampo en un partido como Morena, tendría que resolverse en función de los mejores intereses de sus agremiados, aunque debe reconocerse que las cosas no siempre suceden de esta manera. En cierto modo, la política no puede imaginarse sin la participación de la querella, por más que ésta suela ocurrir en las coyunturas sociales o políticas más inopinadas.
Tal parecería que es así con lo que está pasando en la Tierra de los Generales con los episodios comentados en este espacio. Aunque también suele decirse (quizá con más demagogia que franqueza) que la política es el arte supremo de la negociación. Quizá exista una sobrevaloración al recurrir a este juicio por la forma en que los problemas, a menudo es común que ganen la partida a los oficios políticos.
El caso es que, mientras sean peras o manzanas (he aquí una manera muy científica de hablar), en Huatabampo un partido como Morena tiene un conflicto que seguramente le convendrá que no escale todavía más. Las desavenencias entre correligionarios políticos o partidistas no son muy recomendables por las consecuencias que suelen aparejar. Pero la política es la política. En efecto…
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