Ante una tarea meritoria
Por: Gerardo Armenta
No está del todo mal ser diputado local en Sonora. Por ejemplo, su salario mensual asciende a 129 mil pesos en números cerrados. Aparte, no ha de significar cualquier cosa firmar como representante popular. En lo dicho y vuelto a decir: no está del todo mal ostentar un desempeño de esa naturaleza. Sin embargo, el sueldo, más allá de su cuantía, no ha de ser lo más llamativo de la tarea que lleva a cabo un representante popular de este significativo nivel.
También está la importancia social de la tarea que cumplen... o que deben cumplir. A tono con estas premisas, la Asociación Civil Cajeme Cómo Vamos abrió una página web con la finalidad de informar sobre el quehacer de algunos integrantes del Congreso local y las labores que llevan a cabo como representantes populares. Debe aclararse que la información versa sobre cinco legisladores de Cajeme, con base en 12 indicadores y durante dos periodos ordinarios de labores.
Una labor como la anterior nunca se ha llevado a cabo en Sonora, como quizá tampoco en el país, por lo que resulta inédita. En la cultura vigente, los recintos legislativos en general son como una especie de fortalezas, de las que poco o nada se sabe de lo que verdaderamente importaría conocer sobre su quehacer. Sus sesiones casi siempre son iguales, aunque de repente, cada caída de casa, se produce algo que altera los tranquilos y ordenados ánimos legislativos.
La que se describe no es una regla con vigencia obligatoria o cotidiana, pero los hechos respectivos suelen ser así. De repente, en un contexto de esta naturaleza, por el lado de la ciudadanía se presentan libre y públicamente proyectos de averiguación social o política como el que ha lanzado la Asociación Civil Cajeme Cómo Vamos. El presidente de este organismo, Napoleón Sánchez Pineda, señaló que el propósito de este quehacer se encamina a informar sobre la identidad y las funciones de los legisladores locales del propio municipio cajemense con base en la opinión ciudadana.
En general, se trata de establecer los niveles de asistencia de esos diputados locales a las sesiones, su participación en las mismas, las iniciativas que han presentado, cuáles fueron aprobadas y cuál es el beneficio que están generando para Cajeme. En una primera instancia, los representantes populares de Cajeme no salen del todo bien librados en el contexto de la opinión de sus representados. Sin embargo, lo importante ha de ser en principio tener a la mano una herramienta de averiguación que sirva para poner en claro los problemas de una comunidad en una circunstancia determinada.
No en todas partes existe (al parecer sólo en Ciudad Obregón) una instancia civil o social similar a Cajeme Cómo Vamos. Valdría la pena que organismos de ese tenor se repitieran en otras demarcaciones sonorenses. No puede negarse que sus averiguaciones tienen un gran interés por el valor social o comunitario que representan.
Pero es claro que la concreción pública de instancias ciudadanas como la que existe en Ciudad Obregón, no debe ser fácil de buenas a primeras. De una u otra manera, la preocupación o el interés ciudadano por la cosa pública y sus protagonistas, siempre ha existido, aunque esa evidencia no conduce necesariamente a la creación de instancias de servicio e indagación social y política como la significada por "Cómo Vamos Cajeme".
La verdad es que a menudo suele ser común que poco o nada se conozca verdaderamente sobre la marcha de la llamada cosa pública y sus protagonistas. A veces suelen existir instancias o agrupaciones, pomposas en denominación y quehacer discutibles, a las que de palabra preocupa la marcha de la trama social en sus diversas facetas. Pero a menudo tales instancias no suelen llegar más allá de las palabras que simulan y esconden las intenciones verdaderas.
De aquí la importancia de un organismo que desde su misma y original identificación notifica la altura de su objetivo primordial. Debe insistirse en que su quehacer lo ha venido cumpliendo sin reprochables estruendos, sujetándose a la naturaleza misma de sus objetivos, puestos mucho más allá de la confrontación vana o reprochable que no conduce a ninguna parte.
Sin duda, ha sido y es una buena idea la que posibilitó la hechura de la Asociación Civil Cajeme Cómo Vamos. A partir de su ejemplo, queda en claro que, con seriedad y formalidad bien encaminadas, se puede ejercer una invaluable tarea en beneficio de la comunidad a la que se pertenece.
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