¿A quién llevaremos al poder en Sonora?

Por: Redacción

Conforme más conozco mi tierra, Sonora, y a su gente, más la valoro. Sonora es una tierra noble, variada y de tan grande, con climas y flora y fauna única y diversa. Con la Sierra Madre Occidental dominando el este del Estado, mar, desierto, valles, praderas, llanuras, bosques al noroeste y ríos que nos abrazan, y un intenso sol que a su caída nos seduce con su esplendor y belleza.

Tierra cálida, templada y fría según te ubiques; con cielos inmensos y comida suculenta, quizá sencilla y sin muchos adornos, pero concisa y abundante. Y su población que se ha ido conformando entre los sonorenses que llegaron desde antes y la gente de toda la república que ha ido viniendo por la belleza y sencillez que encuentra en los de acá.

Y el mar de Cortés, el acuario del mundo, según el gran Jacques Cousteau, que nos baña por todo un costado, con puertos varios y kilómetros de frontera con el país más poderoso del mundo, y de vías del ferrocarril. Con vecinos tan destacados como Sinaloa, Chihuahua, Arizona y Baja California, que representan todo un universo de posibilidades socioeconómicas; con sus etnias y sus culturas ancestrales en sus más de 179 mil kilómetros cuadrados, divididos en 72 municipios. Cuna de la revolución y de la locomoción. Con yacimientos de minerales que desde siempre han encandilado más a los extraños que a los propios.

Bueno, pues toda esa belleza, nobleza y grandeza que es Sonora, entrará en este año que recién comienza en la dinámica de la “carrera” política por la gubernatura y las diputaciones, y eso es lo que nos debe preocupar y ocupar. Sonora ya no aguanta otros seis años de improvisación, apatía, de nado de muertito, de “círculos rojos” aduladores, de medios comprados, de ciudadanos agachados, de opacidad de objetivos, ya ha sido demasiado lo que este gran Estado le ha soportado a su clase política inepta que solo lo ve como un botín que hay que repartirse. Sonora se está hundiendo en el tráfico de influencias, en los amarres y moches de los de siempre; en la inseguridad que genera las complicidades, las amenazas de la “plata o plomo”, de las colusiones, de los habitantes adictos, de los compra robado, de las mafias en todo los sectores y niveles de Gobierno que no dejan de sangrar al pobre Estado con raquíticos resultados, que, por cierto, están a la vista de todos. Sonora merece más que esos vividores que no saben ni ordenar su propia casa como para ordenar un Estado que quiere y puede ser grande como su geografía.

La respuesta estará en los sonorenses, los de bien, los que ya se cansaron de vivir cada seis años la pesadilla que significa una turba de gobernantes muertos de hambre y avariciosos que solo ven por sus intereses, salvo honrosas excepciones.

Se necesita gente que en verdad sepa dirigir los destinos de esta noble tierra hacia el futuro que ya nos alcanzó, y nosotros, los ciudadanos, seremos los responsables de llevarlos al poder.
Jesushuerta3000@hotmail.com