50 años sin pavimento

Mandos de PRI y PAN

Por: Gerardo Armenta

En Navojoa todavía existen puntos urbanos donde las necesidades del pertinente desarrollo dejan mucho que desear (mil perdones por utilizar esta frase de suyo tan trillada o sobada). Pero resulta útil para lo que hoy se quiere abordar en un primer momento de conversación. Lo que se plantea podría significar un señalamiento asombroso en virtud del interés público que le singulariza.

También debe ser propio puntualizar que se trata de un hecho que en principio debe ser conocido un tanto hasta de sobra por quienes lo sufren o padecen. Aunque quizá estos dos términos trasluzcan alguna forma de exageración o demasía en su significado. Realmente lo que se quiere decir es algo con respecto a la llamada colonia Allende, ubicada al oriente de Navojoa. Se trata de un asentamiento urbano que ha crecido al paso del tiempo en la Perla del Mayo.

Si bien quizá no lo haya hecho en la forma más correcta o deseable en términos urbanísticos. Sucede que en esa colonia han esperado más de 50 años un programa de pavimentación de calles que obviamente todavía sigue sin llegar. Se estará de acuerdo en que medio centenar de años hacen también la friolera de medio siglo. Con la otra mitad de años se tendría la centuria o el siglo completo, lo que no es el caso. Pero más vale dejarnos de cuentas y seguramente mal hechas, pero sin abandonar el tema.

Pensemos en quienes moran en la colonia Allende y en la espera de 50 años por unas obras de pavimentación de calles que hoy ni siquiera se logran atisbar con el clásico ojo de buen cubero o mirada de lince. La que se menciona sigue siendo una esperanza ciudadana en verdad larga, la que, por lo demás, parecería que no tiene para cuándo terminar. Los vecinos de la colonia Allende todavía están con el ánimo de que les pavimenten sus calles, como sin duda lo muestran con nobleza y seriedad apreciables.

Es evidente que no han perdido la ilusión al respecto. En diversos lugares de Navojoa el agua de lluvia suele "correr" por algunas calles. En la Allende se forman auténticos arroyos en ciertas áreas de la colonia, pero con la novedad de que permanecen como tales después de las precipitaciones pluviales, lo que torna imposible toda clase de tránsito por esas partes. De aquí la añeja demanda para exigir el arreglo o pavimentación de las calles. Pero no debe perderse de vista la singularidad existencial de ese conglomerado navojoense. Allí tienen 50 años a la espera de que finalmente aparezca el pavimento. A ver si cuando el ser humano llegue a los confines del universo se puede hacer algo en relación con ese problema.

Si cambiamos de tema bien, podría decirse que ya no debe ser muy gratificante (quizá como antaño) estar al mando de partidos como PRI y PAN, un poco los amos y señores del juego al respecto hasta hace no mucho tiempo. Antes, por ejemplo, sus líderes nacionales eran verdaderos personajes políticos, ocupantes cotidianos de espacios periodísticos de gran significado o nivel (primera plana y esas cosas). Pero casi de pronto, aunque realmente se produjo una tardanza de por medio, nada volvió a ser igual que antes.

Hoy, por ejemplo, no deja de ser ilustrativa la curiosa situación por la que han debido pasar (y están enfrentándola) los respectivos líderes priista y panista, Alejandro Moreno Cárdenas y Marko Cortés Mendoza, respectivamente. Sobre uno pesa la eventualidad de que lo remitan a dejar el mando en virtud del clima caldeado y belicoso existente hoy en el PRI. A Marko Cortés no le ocurrirá nada similar, pero poco faltó para que resultara hermanado con su colega priista.

Al todavía dirigente panista le ayudó quizá la casualidad. De pronto se empezaron a escuchar tremendas voces críticas en contra suya pidiendo su renuncia o destitución. Se le cuestionaba casi todo el sentido de su liderazgo. Quizá cualquiera de estas dos eventualidades adversas habría prosperado de no ser porque lo salvó...la campana, como dicen que pasa con los boxeadores que en el fragor de un combate no saben si es de día o noche. El caso es que quiso la suerte (o el reglamento) que iniciara el proceso para elegir al nuevo mando nacional panista.

El proceso respectivo ya está en marcha y habrá que ocuparse de sus incidencias. Cabe suponer que en el tiempo panista que se avecina, sus protagonistas no necesitarán mucho la inspiración o el ejemplo de Marko Cortés. En el PRI está por resolverse la que puede ser la última de sus grandes querellas históricas: dejar que Moreno Cárdenas siga al mando o removerlo por la vía de procedimientos legales avalados en principio por el mismo Instituto Nacional Electoral. Mientras tanto, Morena cumplió este fin de semana una jornada partidista que igualmente habrá que atender.

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