El mandatario Nayib Bukele señala que “en este país, las pandillas ya no tienen cabida”; en marzo emitió el estado de excepción
Por: Edel Osuna
Luego de que el Gobierno de Salvador, encabezado por Nayib Bukele, emitiera el estado de excepción para el país, con el fin de erradicar las pandillas del territorio y que tenían asolada a la población, ordenó una medida aún más drástica, a fin de borrar por completo a estos delincuentes.
Y es que el mandatario centroamericano ordenó la destrucción de las tumbas en las que se hiciera apología a las pandillas Mara Salvatrucha (MS), ubicadas en cementerios públicos.
De acuerdo con Osiris Luna, viceministro de Justicia de El Salvador, estas sepulturas contenían imágenes y símbolos relacionados con las organización criminal, y no permitirían que estén a la vista de la ciudadanía.
“Ningún terrorista merece ningún tipo de reconocimiento, por eso destruimos todo rastro de estos grupos. En este país, las pandillas ya no tienen cabida”, señaló a través de Twitter.
Y la temeraria acción la empezó la autoridad en la ciudad de Santa Tecla, una de las más populosas del país, indicó el alcalde Henrry Flores, en el panteón municipal.
“Aquí se retiraron cerca de 80 lápidas de las tumbas que estaban con grafitis que los pandilleros usaban no solamente para venir el Día de los Difuntos sino que ellos venían a hacer rituales satánicos en la semana causando terror a la población”.
De acuerdo con el gobierno, Santa Tecla se localiza en la periferia oeste de San Salvador y durante años se convirtió en bastión de la Mara Salvatrucha (MS-13); sin embargo, desde que en marzo se lanzó el estado de excepción, la gran mayoría de los integrantes permanece en la cárcel y otros se han refugiado en zonas aledañas.