Un estudio detectó proteínas y tres posibles puntos de inflexión que pueden marcar un ciclo de vida; impacta distinto en hombres y mujeres
Por: Edel Osuna
Dicen que el olor de una persona es indicativo de que podría estar envejeciendo, algo que podría no estar muy lejos de la realidad, y científicamente podría estar demostrado con lo que se llama edad fisiológica.
Una investigación de expertos de la Universidad de Stanford encontró que la edad de una persona se podría encontrar en las proteínas de la sangre, lo que indicaría envejecimiento acelerado o si el cuerpo aún es joven.
Fue el doctor Tony Wyss-Coray, profesor de Neurología y codirector del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Stanford, quien encabezó una investigación, la cual se publicó en la reconocida revista Nature Medicine.
Los científicos que dirigió Wyss-Coray estudiaron el plasma de cuatro mil personas, cuyas edades iban entre los 18 y los 95 años; en el fluido identificaron mil 379 proteínas cuyos niveles, con la edad, sufrieron variación significativa.
De las mil 379 proteínas, 373 fueron suficientes para predecir, con exactitud, la edad de los participantes.
De acuerdo con el doctor Wyss-Coray, las proteínas son fundamentales para el funcionamiento del cuerpo, por lo que cambios en ellas pueden indicar cambios en el individuo.
El resultado del estudio mostró tres puntos de inflexión en distintos ciclos de vida, los cuales ocurren, en promedio, en las edades de 34, 60 y 78 años, puntos que representan que la cantidad de proteínas en la sangre tiene cambios notables en abundantes cantidades.
Asimismo, lo que encontraron es que hombres y mujeres también envejecen de forma distinta, pues hallaron casi dos tercios de proteínas predictivas de edad las cuales eran más abundantes en un sexo que el otro, lo que destaca en la investigación médica la importancia de tomar el sexo como una variable biológica.
Los resultados, se indicó, podrían impactar en aplicaciones clínicas en el futuro, pues podrían ayudar a identificar a quienes están en riesgo de sufrir males relacionados con la edad, así como a evaluar el impacto de los medicamentos en el envejecimiento del cuerpo, aunque el estudio se haya centrado en la investigación básica.