Migrantes, legales e ilegales, pusieron su "granito de arena" en la limpieza de calles para facilitar el accionar de los cuerpos de emergencia
Por: Edel Osuna
Aunque en los últimos años, y con el discurso de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, los migrantes lationamericanos encuentran animadversión en el vecino país, un taquero puso en alto el nombre de México, en medio de la tragedia provocada por los incendios en California.
Y es que desde que se vio la magnitud del siniestro, el migrante mexicano Fernando Reynoso "cerró la boca" de quienes ven en los mexicanos un enemigo, y como dueño de una taquería, no lo pensó dos veces y, acompañado por su esposa, hijas y su compadre, tomaron las taquerías móviles y se llevaron el producto a la zona de desastre.
Ahí, Reynoso y compañía comenzaron a repartir los tacos que debía vender, pero que, como todo mexicano que se precie de serlo, salió el corazón altruista para apoyar a policías, bomberos, civiles y afectados por el siniestro.
Al momento de que eran entrevistados por medios hispanos en Estados Unidos, ya habían repartido más de mil tacos y estaban preparando más, además de que se desplazarían a otro sitio para seguir apoyando para mitigar un poco el dolor de la tragedia.
Y, a decir de Fernando Reynoso, el fuego pasó cerca de donde ellos se colocan, pero no los afectó, por lo que, en agradecimiento, acudieron a apoyar, sin cobrar nada, por alimentar a aquellos héroes y a los afectados.
LATINOS SE ORGANIZAN EN REDES PARA APOYAR
Como siempre ocurre con la tragedia, los latinos se organizaron para ayudar, por lo que a través de las redes sociales se organizaron para colectar víveres; otros se sumaron preparando alimentos y repartiéndolos entre quienes los necesitaban en la zona cero, sin distinción.
Colectaron ropa, alimentos no perecederos, agua, pañales y otros artículos de primera necesidad, los cuales fueron entregados por voluntarios, mientras que otros cocinaban y la llevaban a zonas cercanas al incendio.
INDOCUMENTADO SE SUMAN A LA AYUDA
El desastre provocado por los incendios en Los Ángeles no amedrentó a los migrantes indocumentados, quienes dejaron de lado su temor a la deportación para sumarse a las acciones de limpieza.
Y es que la iglesia Community United Methodist, en Pacific Palisades, fue consumida por el fuego, por lo que el pastor John Shaver expresó la necesidad de ayuda de los migrantes para reconstruir el sitio.
La respuesta fue contundente, ya que un grupo de jornaleros indocumentados, voluntariamente se organizaron en brigadas para remover árboles caídos y escombros en las zonas afectadas.