Al declararse culpable podrá acceder libertad condicional, pero quienes conocieron al menor lamentaron su muerte y exigen una condena mayor
Por: Edel Osuna
Una mujer, que al momento de los hechos pesaba 154 kilos, asesinó a su hijo de 10 años de edad al aplicarle un castigo, por lo que fue declarada culpable por su crimen y condenada a más de seis años de prisión; sin embargo, hay inconformidad por la sentencia, pues quienes conocieron al menor piensan que es corta.
De acuerdo con la información de medios estadounidenses, la fémina, quien le aplicó un "correctivo" a su hijo, fue identificada como Jennifer Lee Wilson, en tanto que la víctima fue el menor Dakota Levi Stevens.
Aunque el crimen se registró en Indiana, Estados Unidos, en abril de 2024, hasta este 17 de enero de 2025 se dictó sentencia, y la información trascendió hasta estos días.
ASÍ OCURRIÓ EL ASESINATO DE DAKOTA
El crimen se registró el 25 de abril de 2024, cuando autoridades fueron alertadas del caso de un chico inconsciente dentro de una vivienda. De inmediato se presentaron las autoridades en el domicilio y encontraron a Dakota Levi con moretones en pecho y cuello, por lo que empezaron a indagar qué le pasó al menor.
Entonces, la madre adoptiva del pequeño, Jennifer Wilson confesó que castigó a su pequeño inmovilizándolo con el peso de su cuerpo; después, por más de cinco minutos, se sentó encima de él.
Una vecina de la familia, contó que horas antes de la muerte del niño, este se presentó en su vivienda y la pidió que lo adoptara, a la vez que acusó a sus papás adoptivos de que lo golpeaban y maltrataban, pero como no vio que el infante presentara huellas visibles de lesiones o violencia, no pensó que se tratara de un caso serio de maltrato infantil. Horas después de ello, la madre de Dakota se presentó en su casa y se lo llevó.
Horas después del incidente con la vecina, Jennifer Wilson solicitó los servicios de emergencia, y reportó que el pequeño había caído inconsciente; sin embargo, la autopsia y la investigación policial reveló Dakota falleció por asfixia mecánica, por lo que su deceso fue clasificado como homicidio.
El pequeño apenas medía 1.20 metros de estatura y tenía un peso de 41 kilos; en contraparte, su madre adoptiva, al momento del crimen, pesaba 154 kilos.
Finalmente, tras su arresto y gracias a que se declaró culpable, la mujer logró una sentencia menor: seis años de cárcel, con un año de libertad condicional, provocando indignación en miles de personas, quienes solicitaron a las autoridades reconsiderar la condena, pues fue muy baja y la muerte del menor fue violenta.