Este tono no es una elección arbitraria, se supone que refleja el espíritu de la época, las tendencias sociales y el estado de ánimo colectivo
Por: Marcela Islas
Cada inicio de año, el mundo de la moda y el diseño se paraliza ante el anuncio del "color del año". Pantone, la autoridad indiscutible en sistemas de identificación de colores, ha designado al Mocha Mousse como el tono que definirá el 2025.
Pero, ¿qué hay detrás de esta elección? ¿Es realmente una representación fiel de nuestro momento histórico o más bien una estrategia de marketing para impulsar el consumismo?
EL COLOR COMO ESPEJO DE LA SOCIEDAD
La elección de un color del año no es arbitraria. Se supone que refleja el espíritu de la época, las tendencias sociales y el estado de ánimo colectivo. En el caso del Mocha Mousse, Pantone lo vincula a la búsqueda de sofisticación y clasicismo, una tendencia que, según la empresa, se alinea con el creciente conservadurismo político.
Sin embargo, esta visión reduccionista del color ignora la diversidad de experiencias y realidades que coexisten en el mundo. ¿Cómo puede un solo tono representar la complejidad de un mundo cada vez más polarizado y desigual?
EL PODER DE LA INDUSTRIA DE LA MODA
La industria de la moda ejerce una influencia enorme en nuestra percepción de la belleza y el estilo. Al imponer ciertos colores como "tendencia", impulsa el consumismo y fomenta la idea de que debemos renovar constantemente nuestro armario para estar a la moda.
Pero, ¿quiénes se benefician realmente de estas tendencias? Las grandes marcas de moda, que utilizan el color del año como una herramienta de marketing para vender más productos. Pantone no es la única entidad que define el color del año.
Empresas como Coloro, en colaboración con WGSN, han elegido el Future Dusk, un tono inspirado en la revolución tecnológica. Esta elección plantea interrogantes interesantes sobre el impacto de la tecnología en nuestra vida y cómo se refleja en nuestras preferencias estéticas.
Sin embargo, tanto Pantone como Coloro comparten un mismo objetivo: influir en las decisiones de consumo de millones de personas. Es importante cuestionar estas tendencias y no aceptarlas de manera acrítica.
El color es una herramienta poderosa que puede utilizarse para expresar identidad, pertenencia y emociones. Reducirlo a una simple etiqueta es limitar su potencial. Debemos ser conscientes de que las tendencias de color son construidas socialmente y que responden a intereses comerciales. Al mismo tiempo, debemos reconocer la importancia de la diversidad y la inclusión en la creación de estas tendencias.