A 21 años de su detención y 17 de su extradición, las autoridades estadounidenses liberaron al fundador de Los Zetas de la prisión de Terre Haute
Por: Ofelia Fierros
Después de 17 años en Estados Unidos y tras declararse culpable de narcotráfico, lavado de dinero y extorsión, Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, fue liberado este 30 de agosto, según el Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés).
Según la ficha de búsqueda del también fundador del grupo criminal Los Zetas, Cárdenas Guillén salió del centro penitenciario Terre Haute, en Indiana, tal como se había previsto.
Recientemente, el número de registro del conocido excapo, 62604-079, mostraba que su fecha de liberación estaba fijada para el 30 de agosto de 2024. No obstante, en las primeras horas de este viernes, el portal se actualizó y ahora muestra la palabra "desconocido", lo que sugiere que Cárdenas ya ha sido liberado. Esta información fue confirmada por reportes de Milenio Televisión.
En la actualidad, Osiel Cárdenas Guillén cuenta con 57 años de edad, mismo que fue arrestado el 14 de marzo de 2003 por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y elementos del Ejército Mexicano en Matamoros, Tamaulipas, de donde es originario.
Una semana después se le dictó auto de formal prisión por los delitos de delincuencia organizada y contra la salud.
El gobierno de México aceptó entregarlo a las autoridades de Estados Unidos tras recibir una solicitud de extradición, y el narcotraficante fue entregado al gobierno estadounidense, entonces liderado por George W., Bush el 19 de enero de 2007, para ser trasladado a una prisión de Texas.
Tras un breve juicio, Cárdenas Guillén, también conocido como "El mata amigos" se declaró culpable de los delitos de narcotráfico, lavado de dinero y extorsión a agentes federales de Estados Unidos.
El 24 de febrero de 2010, el capo fue condenado a 25 años de cárcel y una multa de 50 millones de dólares.
Cabe destacar que, según la resolución de la jueza federal Hilda Tagle, deberá cumplir una pena de libertad supervisada de cinco años. Hasta el momento, su paradero sigue siendo desconocido.