Los creadores del famoso chat GPT ya están trabajando actualmente con importantes aliados para tercerizar el proceso de sus programas
Por: Brayam Chávez
Los líderes de la tecnología del momento, OpenAI, tienen claro que se necesita un procesador diseñado por ellos mismos para poder desarrollar los productos de Inteligencia Artificial que necesitan.
Según reportes de la agencia de noticias Reuters, el plan contemplado es diseñar la forma interna del chip y después aprovechar la colaboración con sus aliados Broadcom y TSMC para tercerizar la fabricación. A su vez, la alianza ha sido fundamental para diseñar el primer chip de inferencia, ya que la compañía cuenta con experiencia en el campo.
¿CÓMO SE ESTÁ LLEVANDO A CABO EL NUEVO PROYECTO?
Uno de los componentes relevantes de este nuevo emprendimiento de OpenAI es reunir un equipo de alrededor de 20 personas, de las cuales Thomas Norrie y Richard Ho ya son parte para la construcción de partes de procesamiento. También se señaló por las agencias consulares que la empresa ya está asegurando la capacidad de fabricación en Taiwan Semiconductor Manufacturing Company para empezar la producción con su primer chip propietario en el 2025.
¿CÓMO AFECTARÁN A CHAT GPT ESTOS CAMBIOS?
Es bien sabido que el producto estrella de OpenAI es sin duda Chat GPT, teniendo más de 200 millones de usuarios alrededor del mundo, por lo que necesita de una gran potencia de cómputo para entrenar y ejecutar sus sistemas; sin embargo, durante mucho tiempo se ha buscado la forma de producir sus propios chips y reducir gastos en entrenamiento; incluso se llegó a considerar realizar todo el procedimiento desde el diseño hasta la fabricación de los procesadores.
¿QUÉ SE ESPERA CON ESTOS MOVIMIENTOS EMPRESARIALES DE OPENAI?
Apenas el año pasado, el presidente de Open IA se presentó en el Startup para presentar los famosos chips, que hoy en día ya se están llevando a cabo.
Según una carta que Aitman envió a los inversores de la firma de startup dedicada para los Chips, el ejecutivo aseguró que OpenAI gastaría una suma significativa de dinero para asegurar suministros de chips y respaldar los proyectos de la IA.
Sin embargo, entonces el director ejecutivo de Bob Swan decidió no invertir en OpenAI, pues consideraba que la IA generativa no tendría un impacto en el corto plazo que ellos estimaban, por lo que no compensaría su inversión.