Irán y red criminal internacional estarían detrás del complot; envían carta de agradecimiento
Por: César Leyva
El gobierno de México desarticuló un intento de asesinato contra Einat Kranz-Neiger, embajadora de Israel en el país, según confirmó la Embajada de Israel mediante un comunicado oficial difundido en redes sociales.
La operación, ejecutada durante el verano de 2025, contó con la cooperación de agencias internacionales y vigilancia estratégica que permitió neutralizar la amenaza.
De acuerdo con reportes de Infobae, AFP y Axios, el plan fue orquestado por la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, a través de la Unidad 11000 de la Fuerza Quds, especializada en operaciones encubiertas fuera del territorio iraní. La estructura del atentado se habría planeado desde finales de 2024 y coordinado desde Teherán, luego de que un agente iraní reclutara colaboradores en América Latina desde la embajada de Irán en Venezuela.
ISRAEL EXPRESA AGRADECIMIENTO
Fuentes de inteligencia estadounidenses confirmaron que el atentado frustrado no representa una amenaza actual, aunque lo enmarcan en una serie de ataques atribuidos a Irán contra diplomáticos y disidentes en el extranjero.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel expresó su agradecimiento al gobierno mexicano por su actuación. Oren Marmorstein, portavoz de la cancillería israelí, destacó "la cooperación incansable entre las agencias de seguridad e inteligencia de todo el mundo".
El incidente ocurre en un contexto de alta tensión entre Israel e Irán, tras los ataques cruzados de 2024 y 2025 que involucraron también a Estados Unidos como aliado israelí.
VINCULAN A LOS ZETAS CON CÉLULAS DE HEZBOLLAH
Además, fuentes de seguridad internacionales señalan la posible conexión entre el crimen organizado mexicano y grupos extremistas como Hezbollah, apoyado por Irán.
El cártel de Los Zetas ha sido vinculado a actividades de lavado de dinero y tráfico de drogas en colaboración con células de Hezbollah, según el Centro de Política de Seguridad de EE. UU.
Este entramado revela un escenario de creciente cooperación entre redes criminales y estructuras terroristas, que extienden su influencia más allá del Medio Oriente hasta América Latina.