La resolución resalta la necesidad de un tratado internacional para prohibir su uso, advirtiendo que podrían agravar crisis humanitarias
Por: Marcela Islas
El 2 de diciembre, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alcanzó un hito histórico en la regulación de las tecnologías armamentísticas al aprobar, con el respaldo de 166 países, una resolución que busca prohibir los robots asesinos con inteligencia artificial (IA).
El motivo de esta medida es que estas armas autónomas letales, que operan sin intervención humana directa, han generado preocupaciones por su creciente amenaza a la seguridad global y los derechos humanos.
La resolución resalta la necesidad de un tratado internacional para prohibir el uso de estas máquinas, advirtiendo que podrían desencadenar una carrera armamentística y agravar las crisis humanitarias.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE ESTOS ROBOTS
A diferencia de las armas controladas remotamente, como los drones, los robots asesinos operan de forma independiente una vez programados, lo que significa que pueden actuar sin recibir instrucciones humanas durante su despliegue.
Estas armas pueden utilizarse en diversos entornos, incluidos conflictos terrestres, marítimos y aéreos, con las siguientes características:
- Autonomía total: Seleccionan y atacan objetivos sin supervisión humana.
- Uso de sensores: Incorporan tecnologías avanzadas, como cámaras térmicas, radares y sistemas de reconocimiento facial.
- Velocidad y precisión: Pueden procesar grandes cantidades de datos para ejecutar ataques con rapidez y exactitud.
PAÍSES QUE NO APOYAN ESTA REGULACIÓN
Sin embargo, no todos los países apoyaron la iniciativa, Bielorrusia, Corea del Norte y Rusia votaron en contra, mientras que 15 países se abstuvieron, según Human Rights Watch (HRW). El secretario General de la ONU, António Guterres, calificó el uso de robots asesinos como "políticamente inaceptable y moralmente repugnante".
Guterres alertó que permitir que máquinas decidan sobre la vida o la muerte podría erosionar las normas del derecho internacional y provocar consecuencias devastadoras en los conflictos armados.
A pesar del amplio apoyo, la resolución no es vinculante, lo que limita su impacto práctico. Estados Unidos y otros países han expresado su oposición, considerando que estas armas podrían ofrecer ventajas estratégicas en el futuro.
DEBATE INTERNACIONAL
En 2024, la ONU organizará una ronda de consultas en Nueva York para evaluar los riesgos de estos sistemas, con la participación de estados miembros, organizaciones internacionales y expertos.
El desafío principal será negociar un tratado que prohíba estas tecnologías, especialmente con potencias como Rusia y China liderando el desarrollo de armas autónomas, dificultando un consenso internacional.