La inteligencia artificial (IA) debe complementarnos, no reemplazarnos, respetando la creatividad y empatía humana
Por: César Omar Leyva
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado rápidamente, generando un debate sobre su capacidad para superar al ser humano en diversas áreas. Sin embargo, expertos en tecnología y ética coinciden en que la IA no debe ser vista como superior a las capacidades humanas, sino como una herramienta complementaria.
A pesar de su velocidad y precisión, la IA carece de características esenciales que definen a los seres humanos: la creatividad, la empatía y la toma de decisiones éticas.
La inteligencia artificial (IA) es una metáfora no solo de nuestros tiempos, también está en las historias del Génesis, Prometeo, gólem, Pinocho o “los replicantes” de Blade Runner donde se plantea construir una máquina a imagen y semejanza del ser humano, la cual adquiere consciencia y comienza a tomar decisiones propias como las personas, comentó el académico del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM, Luis Alberto Pineda Cortés
Al participar en la primera sesión de la Onceava edición del Foro 20.20, de Fundación UNAM (FUNAM), el investigador destacó que es una herramienta que potencia, como toda tecnología, las capacidades humanas, por lo que no debe ser considerada mejor que el humano, sino un medio para hacer las cosas mejor y más rápido.
Ejemplificó que cuando en 1997 la máquina Deep Blue venció al ajedrecista Garry Kasparov algunos consideraron este hecho como una derrota para el humano, pero el resultado a largo plazo fue que “democratizó” el ajedrez y a que hoy en día los mejores del mundo practiquen sus estrategias de juego con simuladores artificiales.
La IA ha demostrado ser eficaz en tareas específicas como el análisis de grandes volúmenes de datos o la automatización de procesos industriales. Sin embargo, cuando se trata de resolver problemas complejos que requieren juicio humano o una comprensión emocional profunda, las máquinas simplemente no tienen el mismo nivel de competencia.
HUMANOS POSEEN CAPACIDADES DE LAS QUE CARECE LA IA
Según un informe de la Universidad de Stanford, mientras que la IA puede ejecutar procesos lógicos con mayor rapidez, los humanos sobresalen en la adaptación a contextos cambiantes y en la creatividad.
Además, la toma de decisiones humanas está influenciada por valores, algo que las máquinas no pueden replicar. "La IA se basa en algoritmos entrenados con datos históricos, lo que significa que sus decisiones no pueden escapar de los sesgos presentes en esos datos", afirma la revista MIT Technology Review. En cambio, los humanos pueden reflexionar sobre esos sesgos y corregirlos activamente, lo que resalta la importancia del juicio humano en áreas como la ética, la justicia y la política.
Finalmente, aunque la IA puede hacer la vida más eficiente, no debe ser vista como una sustituta. La colaboración entre humanos e IA es el enfoque más equilibrado, donde las máquinas realizan tareas repetitivas o analíticas y los humanos aportan las cualidades que nos hacen únicos: la intuición, el ingenio y la sensibilidad.