Donald Trump y Xi Jinping tienen reunión histórica en Corea del Sur

Este encuentro podría contribuir a estabilizar las tensiones tras años de aranceles, sanciones y restricciones tecnológicas

Por: César Leyva

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping, sostuvieron este jueves en Corea del Sur su primera reunión en seis años, un encuentro que podría marcar un nuevo rumbo en la guerra comercial y en la relación entre las dos mayores economías del mundo.

La reunión tuvo lugar en la Base Aérea Gimhae de Busan, al margen de una cumbre internacional, y estuvo cargado de gestos diplomáticos. Trump calificó a Xi como "el gran líder de un gran país" y expresó su deseo de mantener "una relación fantástica por un largo tiempo".

Xi, por su parte, afirmó que era "un gran placer" reencontrarse con Trump y destacó que, pese a las diferencias, ambos países "pueden prosperar juntos" si mantienen el rumbo adecuado.

ESTOS ASUNTOS TRATARON

El mundo observa de cerca esta cita, que podría contribuir a estabilizar las tensiones tras años de aranceles, sanciones y restricciones tecnológicas que han afectado a la economía global.

Entre los temas centrales de la agenda figuran el desequilibrio comercial, los controles a la exportación de tierras raras, las limitaciones estadounidenses al acceso de China a semiconductores avanzados y el papel de Pekín en el tráfico de fentanilo.

Otros asuntos sensibles también están sobre la mesa: las compras chinas de soja estadounidense, el futuro de TikTok en EE. UU., la guerra en Ucrania y la situación en Taiwán, puntos que podrían definir el tono de la relación bilateral en los próximos años.

LOS INTERESES DE CADA PARTE

Según fuentes diplomáticas, las conversaciones buscan establecer un marco de cooperación y competencia controlada, que permita manejar las fricciones sin recurrir a nuevas escaladas.

Para Xi, lograr previsibilidad en los lazos con Washington reforzaría su estrategia de autosuficiencia tecnológica mientras que, para Trump el encuentro representa el cierre estratégico de su gira por Asia y una oportunidad para proyectar liderazgo global.

La comunidad internacional espera que esta reunión histórica sea el primer paso hacia una nueva etapa de diálogo y estabilidad entre Estados Unidos y China.