Tiene como principal objetivo destacar la labor de los misioneros y fomentar la colaboración activa de los fieles a través de oraciones y donativos
Por: César Omar Leyva
Este domingo 20 de octubre de 2024, la Iglesia Católica celebra el Domingo Mundial de las Misiones (Domund), una fecha clave en el calendario eclesial que impulsa la misión evangelizadora en todo el planeta. Este evento, que forma parte del "Mes de las Misiones", tiene como principal objetivo destacar la labor de los misioneros y fomentar la colaboración activa de los fieles a través de oraciones y donativos.
El Domund es una oportunidad para que cada católico se sienta parte de la misión universal de la Iglesia. Con su apoyo, contribuyen directamente a la difusión del Evangelio y al bienestar de comunidades que viven en situación de vulnerabilidad. A través de los misioneros, se extiende no solo el mensaje cristiano, sino también asistencia educativa, médica y social en áreas remotas y desfavorecidas.
LA LABOR DE LOS MISIONEROS EN 2024
Los misioneros, presentes en los cinco continentes, no solo predican el Evangelio, sino que también se dedican a transformar vidas mediante acciones concretas. Están activos en instituciones educativas, hospitales, hogares para niños, ancianos y centros sociales. Muchas de estas organizaciones dependen directamente de los fondos recolectados durante el Domingo Mundial de las Misiones.
Cada año, las Obras Misionales Pontificias (OMP), responsables de canalizar estos donativos, aseguran que las misiones puedan seguir adelante. Gracias a este esfuerzo, los misioneros pueden continuar brindando esperanza, educación y atención sanitaria en más de mil 150 territorios donde el Evangelio aún no ha sido plenamente recibido o donde las comunidades cristianas enfrentan persecución.
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA JORNADA DE ESTE AÑO
Con el lema "Vayan e inviten a todos al banquete" (Mt 22, 9), el Papa Francisco ha subrayado la necesidad urgente de la evangelización en su mensaje para el Domund 2024. En su reflexión, el Papa invita a la Iglesia a salir al encuentro de toda la humanidad, enfrentando los desafíos contemporáneos con alegría, compasión y perseverancia.
"El mandato misionero no conoce fronteras", afirma el Pontífice, quien también recuerda que cada bautizado es un misionero. La misión no es una tarea exclusiva de algunos, sino de toda la Iglesia, que está llamada a llevar la Buena Nueva a los "cruces de los caminos" de nuestra época.
Aunque la misión de la Iglesia es vital y esencial, los misioneros enfrentan numerosos desafíos. Las barreras culturales, la pobreza extrema, los conflictos sociales y políticos, e incluso la persecución religiosa, dificultan el acceso a muchas regiones del mundo. Sin embargo, su vocación y compromiso los impulsan a continuar su labor, transformando vidas a través de la fe y el servicio.