El llamado sistema tricromático secuencial de campos abrió la puerta a una nueva forma de ver el mundo: más viva, más precisa, más humana
Por: Marcela Islas
Cada 21 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Televisión, una fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1996 con un propósito claro: reflexionar sobre el papel de este medio en la difusión responsable de información y su influencia en la opinión pública.
Lejos de ser solo un aparato encendido en casa, la televisión se consolidó durante el siglo XX como un motor social, cultural y político que transformó la manera en que las personas se relacionan con el mundo.
ORIGEN DE LA TELEVISIÓN
El origen de este invento se remonta a 1926, cuando el ingeniero escocés John Logie Baird logró transmitir las primeras imágenes en movimiento mediante un sistema mecánico que utilizaba ondas similares a las de la radio.
Su experimento marcó el nacimiento de un medio que, con el paso del tiempo, se perfeccionaría hasta convertirse en una herramienta indispensable para la humanidad.
Pero la verdadera revolución llegó de la mano de un mexicano: Guillermo González Camarena, uno de los inventores más brillantes y reconocidos en la historia del país.
¿QUIÉN FUE GUILLERMO GONZÁLEZ CAMARENA?
Ingeniero, investigador y científico nacido el 17 de febrero de 1917 en Guadalajara, Camarena no solo soñó con una televisión más avanzada, sino que la hizo posible.
Desde muy pequeño mostró un talento excepcional para la electrónica. A los 8 años construyó su primer radiotransmisor y a los 12, un radio de aficionado, señales claras de la genialidad que lo acompañaría toda su vida.
Amante de la música y el folclore, fue compositor de temas como Río colorado, cuyas regalías incluso ayudaron a financiar parte de su trabajo. También fue astrónomo aficionado y lector entusiasta de la historia mexicana, un verdadero hombre renacentista.
Su muerte, ocurrida inesperadamente el 18 de abril de 1965 en un accidente automovilístico cerca de Amozoc, Puebla, dejó un enorme vacío, pero también un legado inmortal. Hoy, cada vez que encendemos un televisor, el eco de su talento sigue presente.
LA TELEVISIÓN A COLOR
El 31 de agosto de 1946 marcó un antes y un después: desde su laboratorio en la Ciudad de México, Camarena logró enviar una señal de video a color utilizando los colores primarios en una frecuencia de 115 MHz.
Aunque no fue el primer científico en intentarlo, sí fue el primero en lograr un sistema funcional y patentado. Ocho años después, en 1954, se produciría el primer televisor a color, con un precio inicial superior a los 900 dólares.
No sería sino hasta los años sesenta cuando la fabricación en serie haría accesible esta tecnología al público general.
El llamado sistema tricromático secuencial de campos, desarrollado por Camarena, abrió la puerta a una nueva forma de ver el mundo: más viva, más precisa, más humana. Y lo hizo, además, gracias a su incansable creatividad y a una profunda pasión que no se limitaba a la ciencia.
Conmemorar el Día Mundial de la Televisión también es reconocer que, gracias a mentes como la de González Camarena, este medio evolucionó hasta convertirse en un pilar global para la educación, el entretenimiento y la comunicación.
Su aportación no solo cambió la historia de México, sino la forma en que el mundo entero ve la vida.