Este tema sigue siendo relegado por la normalización del estrés, la autoexigencia y la falta de espacios seguros para hablar sobre lo que sentimos
Por: Marcela Islas
Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha impulsada por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés) y respaldada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992.
La salud mental influye directamente en cómo pensamos, sentimos y actuamos. Afecta nuestras relaciones, decisiones, desempeño laboral y calidad de vida.
El propósito de esta fecha conmemorativa es claro:
- Visibilizar la importancia del bienestar emocional y psicológico
- Romper el estigma que aún existe alrededor de los trastornos mentales
- Recordar que cuidar la mente es tan vital como cuidar el cuerpo.
Sin embargo, sigue siendo un tema relegado, en parte, por la normalización del estrés, la autoexigencia y la falta de espacios seguros para hablar sobre lo que sentimos.
De acuerdo con la OMS, una de cada ocho personas en el mundo vive con algún trastorno mental, y la mayoría no recibe el tratamiento adecuado debido a la desinformación y al miedo al juicio social.
5 FACTORES COMUNES QUE AFECTAN EL BIENESTAR EMOCIONAL
En este contexto, resulta fundamental reconocer los factores cotidianos que afectan la salud mental, muchos de los cuales pasan desapercibidos porque se han vuelto parte del estilo de vida moderno:
1. LA SOBREEXIGENCIA CONSTANTE ("DEBERÍA HACER MÁS")
Vivir en modo productividad 24/7 se ha vuelto una medalla social, pero en realidad es agotamiento disfrazado de éxito. No descansar, no permitirte días "improductivos" y sentir culpa por no rendir más, deteriora la autoestima y genera ansiedad crónica.
2. LAS RELACIONES DRENANTES
Ya sean familiares, amistades o parejas, muchas personas toleran vínculos donde predominan la manipulación emocional, la crítica o la indiferencia... "Porque así son". Pero normalizar eso es vivir en estrés emocional permanente y con la autopercepción desgastada.
3. EL CONSUMO CONSTANTE DE NOTICIAS O REDES SOCIALES
La saturación de información negativa o comparaciones idealizadas en redes genera una distorsión de la realidad: ansiedad, miedo al futuro o sensación de "no soy suficiente". Y lo peor: ya ni lo notamos, porque es parte del día a día.
4. LA FALTA DE SUEÑO Y DESCANSO REAL
No dormir bien, revisar el celular antes de dormir o "recuperar sueño el fin de semana" parecen hábitos inocentes, pero alteran los niveles de cortisol y serotonina. A largo plazo, esto impacta el estado de ánimo, la memoria y la regulación emocional.
5. REPRIMIR EMOCIONES PARA "MANTENER LA CALMA"
Guardarse la tristeza, el enojo o el miedo por miedo a incomodar o parecer débil se vuelve una bomba interna. Lo emocional no desaparece, solo se acumula hasta que el cuerpo lo grita con ansiedad, insomnio o enfermedades psicosomáticas.
El Día Mundial de la Salud Mental no es solo una fecha conmemorativa: es un recordatorio de que el bienestar mental es un derecho humano básico, no un lujo.
Priorizarlo implica buscar ayuda profesional cuando se necesita, poner límites, descansar sin culpa y entender que cuidarse también significa aprender a soltar lo que duele.