La empresa que los fabrica admitió la presencia de este dañino elemento en sus productos, el cual puede causar severos daños a la salud
Por: Luis Valenzuela
Una reconocida marca internacional, proveedora de termos y otros productos, ha admitido la presencia de plomo en sus icónicos vasos térmicos, generando preocupaciones sobre la salud de los consumidores.
Los termos, ampliamente conocidos por su capacidad para mantener las bebidas a la temperatura deseada, ahora están en el centro de la controversia debido a la revelación de que contienen trazas del metal altamente tóxico.
Pacific Market International, la empresa detrás de la fabricación de estos populares termos d ela marca Stanley International, ha confirmado la presencia de plomo en la composición de sus productos, sin embargo, han asegurado al público que no hay motivo de alarma, ya que el peligro potencial está supuestamente mitigado por una capa de acero inoxidable que cubre el área afectada.
Un portavoz de la compañía declaró a un medio internacional lo siguiente:
"El material de sellado de aislamiento al vacío en la base de nuestros productos incluye algo de plomo. Una vez sellada, esta área se cubre con una capa duradera de acero inoxidable, lo que la hace inaccesible a los consumidores", expresó.
A pesar de estas afirmaciones tranquilizadoras, algunos críticos expresan sus dudas sobre la eficacia de esta barrera protectora.
En respuesta a las crecientes inquietudes sobre posibles riesgos para la salud, representantes de la empresa Stanley han afirmado enfáticamente que no hay motivo de preocupación y que sus productos cumplen con todas las normativas de seguridad.
Esta declaración incluye el cumplimiento de las regulaciones de Estados Unidos, específicamente la Proposición 65 de California, que advierte sobre la exposición a metales pesados y productos químicos.
La noticia sobre el contenido de plomo en los vasos Stanley se difundió a través de las redes sociales, cuando la activista Tamara Rubin, también conocida como "Lead Safe Mama", alertó al público sobre la presunta presencia del metal tóxico en estos productos.
Rubin ha cuestionado la resistencia del disco protector de metal, sugiriendo que puede desprenderse con el tiempo, exponiendo a los consumidores al peligro potencial.
La activista señala que el contacto repetido con el plomo puede aumentar la probabilidad de que se desprendan pequeñas partículas metálicas, representando un riesgo particularmente peligroso para los niños que suelen interactuar de manera lúdica con artículos que podrían tener irregularidades en su superficie.
El plomo, al ser un elemento tóxico, puede desencadenar diversas reacciones en el cuerpo humano, incluyendo afectaciones en el cerebro y el sistema nervioso central; y a medida que aumenta la exposición a este metal, los daños potenciales también se intensifican, llegando a provocar convulsiones, pérdida del control muscular y, en casos extremos, coma.
Ante esta controversia, los consumidores se encuentran evaluando la información disponible y sopesando la garantía de la empresa contra las preocupaciones planteadas por los críticos.
Mientras tanto, la marca Stanley International enfrenta el desafío de restaurar la confianza del público en la seguridad de sus productos, en un mercado donde la transparencia y la integridad son clave para el éxito continuo de cualquier empresa.