Existe una característica que distingue a uno y otro impuesto, pero al final todos estamos obligados a pagar a Hacienda
Por: Edel Osuna
Los impuestos son esas aportaciones de carácter obligatorio que los contribuyentes deben pagar al Estado, para proveer a los gobiernos de los recursos suficientes para su operación y ejecución en las actividades sociales, de seguridad y políticas de un país.
México no es la excepción en el pago de impuestos, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) cobra estos recursos de los ciudadanos.
Así las cosas, en el país se pagan diversos tipos de impuestos, como el IEPS (Impuesto Especial sobre Producción y Servicios), que se aplica a la “producción y venta o importación de gasolinas, alcoholes, cerveza y tabacos, entre otros bienes”.
LOS TRIBUTOS MÁS IMPORTANTES EN MÉXICO
Sin embargo, dos impuestos son de los más importantes en la hacienda pública, y que generan gran parte de los ingresos al SAT: el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
De acuerdo con el artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los contribuyentes estamos obligados a contribuir con los distintos sectores del Estado: Federación, estados y municipios.
Así las cosas, ISR e IVA son los impuestos con los que gran parte de los mexicanos tenemos contacto, pues uno se paga por trabajar y el otro por consumo.
DIFERENCIAS ENTRE ISR E IVA
- Impuesto Sobre la Renta: el SAT lo aplica a los ingresos derivados de actividades económicas, como el empleo, y se paga con el salario que se percibe antes de que lo recibas. En este caso, el patrón está obligado a retenerlo y pagarlo; además, se aplica a toda actividad lucrativa, como trabajo y capital; sin embargo, hay excepciones en el cobro de ISR: herencias y donaciones, que no son gravados.
- Impuesto al Valor Agregado: a diferencia del ISR, este gravamen se aplica directamente en el consumo de bienes y servicios; es decir, se aplica en cuanto compras algo, como una playera, entre otros artículos. Y es que la tienda ya pagó al proveedor y al final el consumidor lo pagó, cerrando así el círculo del IVA.
Con esto en mente, es bueno para las personas saber por qué se aplican los impuestos, pero, más que todo, en qué difieren cada uno, pues al final todos los contribuyentes estamos obligados a pagar tributos, a fin de que el SAT no nos requiera, y entonces sí, a dar respuestas.