Aunque estas operaciones pueden parecer rutinarias, el SAT advierte que podrían desencadenar problemas con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha emitido una alerta a contribuyentes sobre los posibles riesgos fiscales asociados a las transferencias bancarias entre cuentas propias.
Aunque estas operaciones pueden parecer rutinarias, el SAT advierte que podrían desencadenar problemas con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
CONSECUENCIAS DE REBASAR LÍMITES EN TRANSFERENCIAS
Según el artículo 59, fracción III del Código Fiscal de la Federación, las transferencias entre cuentas bancarias propias pueden ser interpretadas como un aumento de ingresos de origen desconocido. Esto obliga a los contribuyentes a declarar dichas transferencias y justificar su procedencia.
Un criterio jurisprudencial aprobado por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) en 2021 refuerza esta obligación. Si los contribuyentes no pueden explicar estas transferencias, el SAT tiene la autoridad para exigir pruebas de los ingresos.
RECOMENDACIONES DEL SAT PARA EVITAR PROBLEMAS
El SAT enfatiza la importancia de mantener registros detallados de ingresos y depósitos. Para justificar que una transferencia entre cuentas propias no constituye un ingreso adicional, se requiere la siguiente documentación:
- Estados de cuenta bancarios
- Forma de pago
- Recibos que indiquen el monto transferido
- Número de cheque y reporte de transferencia
- Cuenta de origen del depósito
- Número de cuenta bancaria de origen
- Origen del importe depositado
- Papel de trabajo
- Prueba pericial contable (si el SAT la solicita)
Si un contribuyente no puede justificar las transferencias entre sus propias cuentas, el SAT puede exigirle que demuestre el origen de sus ingresos. Esto podría resultar en auditorías y posibles sanciones si se detectan ingresos no declarados.
Cabe destacar que con el objetivo de evitar complicaciones, el SAT recomienda a los contribuyentes limitar las transferencias entre sus propias cuentas, mantener un registro claro y transparente de sus finanzas, estar al tanto de las disposiciones fiscales vigentes y cumplir con todas las obligaciones de declaración establecidas por el organismo.