La práctica de guardar dinero en efectivo en casa sigue siendo ampliamente extendida y arraigada en la cultura financiera de muchas personas
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
En México, guardar dinero en efectivo en casa sigue siendo una práctica común. Sin embargo, esta costumbre conlleva ciertos riesgos y posibles problemas legales. A continuación, te explicamos lo que necesitas saber sobre este tema de acuerdo con información del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Primero que nada, cabe destacar que tener dinero en efectivo guardado en casa, como debajo del colchón, nos expone a varios riesgos:
- Robos: El dinero en efectivo es vulnerable a ser robado.
- Depreciación: Con el tiempo, el dinero puede perder su valor debido a la inflación.
- Historial crediticio: Al no tener una cuenta bancaria, se pierde la oportunidad de crear un historial crediticio, lo que puede dificultar la obtención de futuros créditos y préstamos.
¿ES LEGAL GUARDAR DINERO EN EFECTIVO EN CASA? ESTO SABEMOS
Como es sabido por muchos, el SAT es la autoridad encargada de la recaudación de impuestos en México. Según el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Federal, todos los mexicanos tienen la obligación de contribuir a los gastos públicos del país, lo que implica declarar nuestros ingresos.
Guardar dinero en efectivo en casa no es ilegal, pero no declararlo ante el SAT puede ocasionar problemas fiscales. Por ello, es esencial declarar los ingresos para cumplir con nuestras obligaciones tributarias y evitar sanciones.
Si el dinero guardado proviene de ingresos ya declarados, no hay obligación de volver a declararlo. Sin embargo, si decides usar ese dinero sin haberlo declarado previamente y superas ciertos montos en compras importantes, podrías enfrentar problemas:
- Compra de inmuebles: Si gastas más de 719 mil 200 pesos.
- Compra de autos: Si gastas más de 287 mil 680 pesos.
Es importante recordar que en estos casos, la persona o empresa que realice la venta deberá informar al SAT, para evitar ser investigado por una posible discrepancia fiscal entre tus ingresos y gastos.