Por: Eduardo Sánchez
“La atrasada y desigual economía mexicana no ofrece un cuadro típico del periodo de la depresión. Sus antecedentes inmediatos, las marcadas diferencias de producción regional y el conflictivo ascenso de una nueva clase dirigente impedían que cayera en tal “estereotipo”.
“México ejemplificaba bien, como la violencia combinada con una economía débil acarreaban problemas fiscales y acentuaban desórdenes durante plazos largos; en la sima de la depresión internacional, los fundamentos económicos evidenciaron su debilidad”.
Anaya Merchant agregó que, en los peores momentos de la crisis monetaria, la banca privada no apoyó la Ley Calles. Esta reacción contravino acuerdos previos y, finalmente, crearon más incertidumbre que aliento a la economía.