La compraventa de automóviles usados es una práctica común, pero el SAT enfatiza la necesidad de considerar el siguiente aspecto
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
En una reciente advertencia, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha recordado a los ciudadanos la importancia de cumplir con sus obligaciones fiscales al comprar o vender un vehículo usado. Autopistas te explica los detalles para evitar sanciones.
La compraventa de automóviles usados es una práctica común, pero el SAT enfatiza la necesidad de considerar el pago de impuestos antes de llevar a cabo esta transacción. Es imperativo notificar a las autoridades tributarias sobre la operación y realizar la correspondiente declaración.
Según el Instituto Mexicano de Contadores Públicos, "estas operaciones, ya sean ventas entre particulares o personas no obligadas a emitir facturas, o si son realizadas por personas físicas con una actividad empresarial o profesional, implican el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA)".
El impuesto de la transacción, conocido como "enajenación", debe reflejarse en la declaración anual. La Asociación Mexicana de Contadores Públicos (AMCP) detalla el cálculo del impuesto:
- La ganancia obtenida se divide entre el número de años transcurridos entre la fecha de adquisición y la enajenación, con un máximo de 20 años.
- La "ganancia acumulable" resultante se suma a los demás ingresos acumulables del año y se calcula según el Título IV de la Ley del Impuesto sobre la Renta.
- La "ganancia no acumulable" se multiplica por la "tasa de impuesto" correspondiente, sumando este resultado al impuesto determinado anteriormente para obtener el impuesto del ejercicio.
CONSECUENCIAS POR NO NOTIFICAR AL SAT
No informar al SAT sobre la compraventa de un auto, ya sea nuevo o usado, puede resultar en multas significativas. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) advierte que las sanciones pueden oscilar entre mil 400 y 17 mil 370 pesos por cada obligación no declarada dentro del plazo correspondiente.
A pesar de las obligaciones fiscales, también existen beneficios. Los impuestos derivados de la compraventa de un auto usado son deducibles. El artículo 121 de la Ley del Impuesto sobre la Renta establece que "para el caso específico de los ingresos obtenidos por la enajenación de un automóvil, se podrá efectuar la deducción del costo comprobado de adquisición actualizado".