El documental fue dirigido por Sergi Pedro Ros, en el que aparecen los personajes de Tomás Rojo Valencia y Luis Urbano Domínguez, defensores de la etnia asesinados recientemente
Por: Ofelia Fierros
El español Sergi Pedro Ros tuvo interés en conocer un poco más de la cultura yaqui, sobre todo, nació la inquietante idea de hacer una película donde presentara al mundo las injusticias que han sufrido los yaquis a lo largo de su historia, por lo que se acercó a la comunidad y así nació “Laberinto Yo E’Me”, que ya se exhibe en circuitos culturales de la Ciudad de México, como Cineteca Nacional, Cine Tonalá, La Casa del Cine, Cinemanía Loreto, Torreón, Culiacán, Colima, Agua Prieta y Guadalajara.
En la cinta, que se exhibe desde este fin de semana en dichas salas comerciales en México, el defensor de la etnia yaqui, Tomás Rojo Valencia, fue un cercano colaborador.
Rojo Valencia, portavoz de los ocho pueblos yaquis, quien fue asesinado recientemente, era un acérrimo un opositor del Acueducto Independencia, y en su participación en “Laberinto Yo E’Me”, expresaba su inconformidad por el robo del agua, ya que desde la época delos 40, un decreto presidencial estipuló que la mitad del cauce del río sería para el desarrollo de la tribu, lo que nunca se garantizó.
"Este era el río antes", se lo ve mientras camina sobre un terreno seco, "lo quieren eliminar, se están robando nuestras aguas", externaba Valencia.
Asimismo, Luis Urbano Domínguez, también defensor de los derechos humanos y ambientalista, quien fuera productor en línea, fue asesinado a balazos el pasado mes de junio.
"Cuando empecé a desarrollar este proyecto pensaba, de alguna manera ilusa y básica, que la introducción del cristal por parte de crimen organizado era para debilitarlos y robarles el agua, pero no era así. Toda la violencia hacia ellos forma parte de una guerra de exterminio y esa es una verdad dura porque en esta época posmoderna parece que es una idea lejana, que el último genocidio fue en Europa, pero para nada, se sigue haciendo contra los pueblos originarios", mencionó Ros.
El productor Sergi Pedro Ros, no dudó en mostrar su apoyo a los yaquis, se acercó a ellos, argumentando que fue siempre sincero y honesto en cuanto a lo que quería contar en su documental.
"Cuando llegan y te dicen que van a un lugar que para ellos es espiritualmente importante, un panteón donde hay enterrados guerreros yaqui y quieren estés ahí, todo eso forma parte de una participación activa.
“Cuando vean la película nunca van a olvidar quiénes son los Yaquis y qué están viviendo actualmente”, finalizó.