Roberto Gómez Bolaños, a lo largo de su carrera, hizo famosa diversas frases y en una entrevista reveló el origen de estas emblemáticas expresiones
Por: Jhoanna Ontiveros Peraza
El 28 de noviembre de 2014, el mundo de la comedia sufrió una gran pérdida con el fallecimiento de Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito. Han pasado diez años desde su partida, pero su legado sigue vivo en los corazones de millones de personas que crecieron con sus entrañables personajes como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado.
El genio mexicano continúa siendo una figura fundamental de la cultura popular latinoamericana, recordado por su aguda creatividad y su invaluable aporte al entretenimiento.
Recientemente, se ha revelado una entrevista inédita realizada en 1977 por el periodista Francisco Castillo, para el noticiero venezolano 60 Minutos (TVN). Este material, que había sido preservado en el Departamento de Documentación de TVN y digitalizado en colaboración con la Cineteca de la Universidad de Chile, ha emocionado a los fanáticos de Gómez Bolaños al revelar detalles sorprendentes sobre el proceso creativo detrás de algunos de los personajes más icónicos de la televisión.
FRASE EMBLEMÁTICA DEL CHAPULÍN COLORADO
Durante esta entrevista, además de hablar sobre su carrera y su experiencia en la televisión, Gómez Bolaños reveló los orígenes de algunas de las frases más célebres de sus personajes, incluidas aquellas que forman parte del repertorio del Chapulín Colorado. Al ser cuestionado sobre expresiones como "No contaban con mi astucia" o "¡Que no panda el cúnico!", Chespirito explicó que muchas de estas frases surgieron de situaciones cotidianas o incluso de influencias externas. Un caso particularmente curioso fue la famosa frase "Síganme los buenos", que el Chapulín pronunciaba justo antes de enfrentarse a algún obstáculo o enemigo.
Gómez Bolaños contó que esta expresión no surgió de su propia imaginación, sino que fue inspirada por una canción popular mexicana que su compañero de trabajo, Rubén Aguirre, solía cantar. El tema era de El Piporro, un famoso cantante y actor mexicano, y originalmente decía "Síganme los buenos", pero con un significado distinto. Según Gómez Bolaños, la letra de la canción hablaba de personas enfermas que no podían pelear, y un hombre les pedía que lo siguieran solo aquellos que estuvieran sanos. Sin embargo, Chespirito vio el potencial de darle un giro a esa frase y, al integrarla en el contexto de su personaje, le dio un nuevo sentido: "Síganme los buenos" pasó a ser la exclamación de un héroe que siempre buscaba el bien y la justicia, invitando a sus seguidores a unirse a su causa.
Gómez Bolaños demuestra una vez más la astucia que tiene para transformar lo cotidiano en momentos de brillantez cómica. En aquellos años, cuando no existían las redes sociales como hoy, el Chapulín Colorado ya invitaba a su audiencia a seguirlo, pero solo a los "buenos", aquellos que compartían su visión de un mundo donde la justicia siempre prevaleciera.
Así, la frase "Síganme los buenos" se ha convertido en uno de los lemas más queridos de la televisión latinoamericana, no solo por su mensaje de bondad, sino también por la historia que esconde, recordándonos que las mejores ideas pueden surgir de los lugares más inesperados.
¿QUIÉN ERA EL PIPORRO?
El Piporro, cuyo nombre real era Eulalio González, nació el 16 de diciembre de 1921 en Los Herreras, Nuevo León. Fue un actor, locutor, guionista, compositor y cantante de música norteña y ranchera, célebre por su estilo único y su contribución a la cultura mexicana. Su composición más famosa, "El Taconazo", lo hizo conocido como "El Rey del Taconazo", un ritmo característico que creó para un baile popular. Además, El Piporro fue pionero en el género de la disco-novela, combinando canciones con narraciones y comentarios en medio de sus temas musicales, lo que lo consolidó como una figura única en el entretenimiento mexicano.