Por: Eduardo Sánchez
Eve realiza trazos con tinta negra sobre una hoja de papel; luego, su madre toma como guía las líneas abstractas para crear nuevos lugares, animales o personajes.
La imaginación es el ingrediente principal con el que trabaja la artista canadiense; las líneas, antes enredadas, ahora tienen forma.
Los garabatos de Eve son la base. Si bien agrega detalles, las líneas principales son respetadas para mantener la idea general de la pequeña de dos años.
“Una de las cosas más importantes para mí, al colaborar con Eve, es asegurarme de que su visión esté incluida y que la obra final todavía contenga porciones y formas de sus trazos originales”, expone la pintora.
Las obras de Oosterman son el resultado de una combinación entre el realismo y lo abstracto.
Para ella sus dibujos son la manera en que expresa todas las ideas que tiene en la mente y que buscan salir.
En un mundo que sufre de pobreza, tráfico de personas y otros problemas, la sociedad necesita del arte positivo.
De acuerdo con Ruth, sus coloridas pinturas intentan transmitir alegría y libertad. Es un medio que le permite dar color a un mundo, a veces un tanto gris.